Habituales de Auvasa confían en recuperar el 50% de rebaja en los bonos

En las siempre concurridas paradas de El Corte Inglés del Paseo de Zorrilla había, a primera hora de la mañana, esperanza en que la política moviera ficha. Que los de Pedro Sánchez trocearan finalmente el decreto ómnibus e incluyeran únicamente las medidas de revalorización de las pensiones, ayudas a la dana y apoyo al transporte público, que, en principio, sí respaldarían PP, Vox y Junts. A mediodía, el presidente, Pedro Sánchez, anunciaba la próxima presentación de un texto que incluía estas materias.

«Esperemos que se arregle, creo que es una situación transitoria, porque no van a tener vergüenza de quitarnos los beneficios que hemos conseguido, aunque con Pedro Sánchez nunca se sabe, porque puede hacer cualquier cosa, pero tiene de hacerlo, porque lo necesitamos todos», apuntaba Carlos Gallego.

Lo confirmaba Laura Rodríguez. A pesar de ser joven, ya no lo es tanto como para disfrutar de la tarjeta, con precios más económicos, que cubre los viajes a ese tramo de la población (con el 50%, 24 céntimos; desde hoy, 38). «Hago de dos a más de cuatro viajes al día y ya uso el bono ordinario. Hay que tener en cuenta que el paro juvenil está en el 30%. Me tengo que mover de un lado a otro de la ciudad para entregar currículum o hacer entrevistas, no tengo ingresos y lo voy a notar muchísimo», exponía.

De momento los únicos que viajan con el descuento del 50% son los que recargaron los bonos 30, que permiten viajes ilimitados durante un mes, antes de este martes. La recarga les costó 19 euros en el caso del normal (desde hoy ya vale 30,40) y 11 euros en el joven (desde hoy 17,60). Ojo, porque sin la financiación municipal el precio de los abonos volvería a su precio original: 38 y 22 euros, respectivamente.

En la marquesina frente a El Corte Inglés en dirección al centro de la ciudad, José Antonio Serrano cree que lo que ha hecho Pedro Sánchez «es normal, porque lo han hecho muchos más gobiernos». «La derecha, sobre todo la ultraderecha, ya se sabe, todo lo que haga este gobierno es no, no y no, Vox ya ha dicho que aunque separe lo del transporte se va a oponer», apuntaba.

No obstante, este usuario, cuya mujer también es pensionista, creía que el Ejecutivo de Sánchez también «podría rebajarse un poco», aunque acotaba que «si el PP cree que por este camino va a ganar las elecciones la gente se va a echar en contra de ellos». «Yo creo que al final, el Gobierno lo tendrá que trocear», pronosticaba este viajero, quien aseguraba que el descuento del 50% se ha notado de forma «abismal». «Ahora que voy a coger el 7 y luego tengo volver me va costar 1,20 euros; con la rebaja de antes no llegaría ni al euro (76 céntimos)», ponía como ejemplo.

José Ramón Velasco calificaba de «caótica» la situación. «De momento no nos queda otra que aguantar el chaparrón; por supuesto que no debían meter todos los decretos englobados, sino hacerlo uno por uno», destacaba este hombre que sufre problemas en una pierna y que se ve obligado a coger el autobús continuamente, aunque sea para cubrir trayectos cortos.

Mientras en Madrid negociaban políticos que se mueven en coche oficial habitualmente, en las marquesinas reclamaban acuerdos «ya» para beneficiar a los que no les queda otra opción que desplazarse en autobús por cuestiones operativas o de economía doméstica. Unas rebajas en los precios que han incrementado, además, el número de usuarios del transporte público en Valladolid (28,5 millones de viajeros en 2024) con las ventajas que ello conlleva en una ciudad: desde la disminución en la intensidad general de tráfico a una menor contaminación.

La negociación entre PSOE y Junts fructificaba. El Gobierno volverá a aportar el 30% de la bonificación, aunque no todavía no se sabe cuándo se hará efectiva.