Manuel Mora, delegado de la Aemet en Castilla y León

«No es habitual que lleguen a Valladolid borrascas que previamente hayan sido un huracán»

Manuel Mora, delegado territorial de la Aemet en Castilla y León, explica que estos fenómenos no son algo excepcional en cuanto a la formación de borrascas atlánticas otoñales que por lo general suelen producir vientos intensos. Lo que sí es algo más anómalo es que «nos afecte una borrasca que previamente haya sido un huracán, como Kirk».

Mora atribuye este fenómeno «al cambio climático», especialmente en el caso de Kirk, donde «es evidente que el calentamiento de los océanos influye en la formación de ciclones tropicales». En cuanto a una predicción de futuro, Mora explica que es necesario realizar estudios que permitan conocer la evolución, pero que «en los últimos años hemos tenido huracanes próximos a la península, como Ophelia en 2017 o Leslie en 2018».

Para conocer unos valores similares hay que echar la vista atrás, hasta el 25 de febrero de 1989, cuando en la capital vallisoletana se registraron rachas de viento de 128 kilómetros por hora. Un pico que, según aclara Mora, no se puede tomar como comparativa porque «hay que tener en cuenta los cambios de emplazamiento de las distintas estaciones y que las rachas de viento son un fenómeno de microescala».

En el caso de la capital, se activó el aviso naranja por rachas que podían alcanzar los 100 kilómetros por hora hasta las 20:00 horas de hoy, encontrando su pico máximo a las 13:00. Ha sido en la localidad de Fuente El Sol donde más cerca han estado de estas rachas con vientos que han alcanzado los 96 kilómetros por hora. La estación meteorológica de Villalón de Campos y Rueda han registrado las otras dos rachas más altas de la provincia, con 95 y 90 kilómetros por hora, respectivamente.

Unos fuertes vientos que han mantenido unos parámetros muy similares por toda la provincia. Así, en Olmedo se han registrado rachas de hasta 88 kilómetros por hora y en Medina de Rioseco, 87.

En Sardón del Duero, se han registrado rachas de viento de 70 kilómetros por hora, muy similar a las registradas en Valladolid, con un registro de 67 kilómetros por hora. La borrasca se ha desplazado muy rápidamente, dando sus últimos coletazos por las costas gallegas y en las próximas horas ya se encontrará en el país vecino, por lo que, según predice la Aemet, el viento irá disminuyendo de oeste a este y durante la tarde el viento disminuirá su intensidad de forma gradual para amainar durante la jornada de mañana

Se espera, en este sentido, que el jueves sea una jornada de transición, sin avisos meteorológicos adversos ni alertas activadas. Aunque será el viernes, según anticipa el meteorólogo Manuel Mora, cuando una nueva borrasca alcance a la península y, en el caso de Valladolid, se produzcan nuevas precipitaciones, en principio, débiles tanto en esa jornada como durante el fin de semana, con más intensidad (sin grandes acumulaciones) en el caso del sábado.

Lloverá sobre mojado en una capital en la que este octubre se han recogido ya 41,8 litros por metro cuadrado, el 67% de la cantidad habitual para todo el mes (62,3).