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Los portavoces de los grupos políticos en el Ayuntamiento leyeron por turnos el comunicado de la Federación Española de Municipios y Provincias en el Día ... del Orgullo LGTBI. Tres portavoces, de hecho. Irene Carvajal, de Vox, no estaba presente, como tampoco los ediles Alberto Cuadrado y Víctor Martín. Carvajal ya había explicado la oposición de los suyos a que se exhibiera en el balcón del Ayuntamiento la bandera arcoíris o cualquier otro símbolo relacionado con esta celebración. De hecho, presumía de que «Vox ha conseguido que por primera vez no se cuelgue la bandera LGTBI» y lo argumentaba en el «cumplimiento» de una sentencia del Tribunal Supremo «de mayo de 2020 de la que se han hecho eco otras salas del contencioso administrativo». En ella, asegura, «se explica que no se puede colgar la bandera LGTBI en edificios públicos porque trasciende lo meramente social, vulnerando la neutralidad ideológica que debe tener toda administración pública».
El PSOE colocó banderas arcoíris en la ventana del grupo municipal del Ayuntamiento, que da a la calle Manzana, al igual que hizo el grupo parlamentario en las Cortes, por fuera de las ventanas de sus despachos. Algo que provocó la reacción de Vox en el parlamento autonómico. El mismo día que la colocaron, este martes, el presidente Carlos Pollán solicitó al PSOE «la retirada sin dilación» de las banderas. Ni caso. Este miércoles, ante la negativa de los socialistas a atender la solicitud, basada en una serie de alegaciones, se realizó un requerimiento formal. Y en el comunicado emitido por las Cortes se decía: «El presidente de las Cortes no solo no da marcha atrás en su petición inicial sino que, a través de un apercibimiento expreso y personal, en caso de no atender a este requerimiento, se procederá a dar cuenta a la autoridad judicial competente» por si pudiera existir un delito en la conducta de los socialistas.
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Luis Tudanca, secretario autonómico del PSOE, se negaba a retirar las banderas. «Ayer me amenazaron con enviar a los guardias de seguridad a retirar la bandera. Hoy me amenazan con llevarme a los tribunales por si poner la bandera LGTBI pudiera ser delito». Y en el Ayuntamiento, los concejales del anterior equipo de Gobierno recordaban, ante las justificaciones de Jesús Julio Carnero de que no se va a utilizar el balcón consistorial para exhibir ninguna bandera de ningún tipo, que hay formas de hacerlo. Citan, por ejemplo, la Ley Trans publicada en el Boletín Oficial del Estado, que el 1 de marzo de 2023 establecía que «los poderes públicos promoverán campañas de sensibilización, divulgación y fomento del respeto a la diversidad en materia de orientación sexual, identidad sexual, expresión de género y características sexuales». Además, recuerdan que Abogados Cristianos ganó un pleito en el contencioso administrativo número 2, que está recurrido, para no poner la bandera arcoíris en el Ayuntamiento ni en la Diputación, donde Jesús Julio Carnero sí la puso en su etapa de presidente de la institución provincial. Pero también ganó otro pleito el Ayuntamiento en sentido contrario después de haber modificado el modo de colocarla: una pancarta reivindicativa en lugar de una bandera y mediante un decreto que justificaba la decisión. Eso también está recurrido.
Una guerra que coloca en un brete al tercer actor en esta historia. El PP. Alfonso Fernández Mañueco puso un mensaje oficial en Twitter: «Conmemoramos el Día del Orgullo LGTBI en defensa de los derechos y libertades de todas las personas. A favor de la igualdad real y en contra de todo tipo de discriminación». Y concluía: «Una causa justa que merece la pena reivindicar y defender». El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, asistía al acto oficial en el salón de recepciones del Ayuntamiento con un enorme pin de la bandera arcoíris en la solapa.
Y hablaba como invitada Eugenia Martín Domínguez, 'Jeny', sexóloga, activista y cofundadora de Dialogasex. Una organización a la que Vox, en sus enmiendas a los presupuestos municipales en los años anteriores, solicitaba que se le retiraran las subvenciones, como a otras, por considerarla un chiringuito.
«Necesitamos políticas concretas», decía Eugenia Martín. «Una ley LGTBI en Castilla y León, ya que supone un agravio comparativo con otros territorios del Estado español, e incluso entre las provincias de nuestra comunidad». Y protocolos educativos, sanitarios, formación al profesorado y a los cuerpos de seguridad del Estado, reivindicaba.
Porque, más allá de las banderas, el colectivo LGTBI continúa con sus reivindicaciones. A las 20:00 horas de este miércoles se celebrará una manifestación desde Fuente Dorada hasta San Benito. Terminaba su intervención Eugenia Martín: «Las personas LGTBI somos algo más que unas siglas o una etiqueta, somos vuestros vecinos y vecinas, vuestras compañeras y compañeros de trabajo, vuestras amigas y amigos, y en algunos casos, vuestros familiares».
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