Una grúa de 44 metros para desmontar el antiguo El Corte Inglés

La enorme estructura que se está levantando en esta céntrica zona tiene 50 metros de pluma y, una vez instalada, ocupará un espacio junto al quiosco que permitirá el tránsito de personas sin las actuales estrecheces, tal y como indican fuentes de la empresa que se encarga de la instalación de la grúa.

Mientras, la compañía que se encarga de la demolición, Ferrovial, completará los trabajos, en un principio, en un plazo de 8 meses aunque posteriormente habrá que acometer una obra de remodelación interior y exterior que permitirá decir adiós a la actual fachada sin entradas de luz y , albergará la tercera tienda de Zara más grande de España, con la ocupación de tres plantas sobre rasante más dos sótanos. Además, el edificio acogerá un hotel de cinco estrellas de la cadena Eurostars (75 habitaciónes, entre la tercera y la sexta planta), y también se pondrá en marcha una zona hostelera con restaurante, terraza y piscina en la azotea.

Está previsto que este martes esté finalizada la instalación de la grúa y que se pueda retomar sin complicaciones el paso por la calle Constitución. Una vez que se finalice la puesta en marcha de la grúa, se procederá a su inspección y, si no hay contratiempos, esta gran estructura podrá comenzar su trabajo esta misma semana.

Las obras de retirada del jardín vertical del antiguo edificio de El Corte Inglés ya han permitido sacar todas las partes vegetales de la fachada y solo falta que se quite parte de la estructura metálica que sostenía ete espacio. El desmontaje de este punto verde, con cerca de 350 metros cuadrados, ha llevado a la muerte de sus 14.000 ejemplares vegetales, tal y como indica Charo Chávez, concejala de Comercio en funciones. «Hemos hecho un estudio para que se pudiera reutilizar. En ese estudio se nos ha dicho que las plantas, al tener las raíces tan pequeñas, se iban a morir. Lo hemos intentado, pero ha sido imposible, explica Chávez.

La estructura del jardín espera ahora en dependencias municipales para tener una nueva ubicación. La idea de la concejala en funciones era recolocarlo en la fachada de la Escuela Oficial de Idiomas, en la calle General Shelly, pero las elecciones han trastocado sus planes y tendrá que ser el próximo equipo de gobierno municipal el que determine qué se hace con estos elementos.