Una gran caldera de biomasa junto al estadio Zorrilla calentará 10.200 pisos de tres barrios

El plan busca cumplir un doble objetivo: que los bloques que se enganchen a esta red reduzcan su factura energética entre el 30% y el 50%, al tiempo que se evita la emisión de 32.000 toneladas de dióxido de carbono cada año a la atmósfera, con el apagado de más de 400 calderas y chimeneas de combustible fósil en el municipio.

Es lo que toca. Acciones a nivel local para intentar atenuar un calentamiento global del planeta, cuyas consecuencias ya se están sufriendo. Y todo apunta a que la situación irá a peor si no se ponen frenos.

Nada menos que 25 kilómetros de tuberías recorrerán los barrios de Parquesol, Villa de Prado y Huerta del Rey para llevar un confort medioambientalmente sostenible a hogares y centros de trabajo. Habrá pues muchas más zanjas. Las conducciones saldrán de una gran caldera que se levantará muy cerca del estadio José Zorrilla, en la avenida Mundial 82, detrás del punto limpio. Su construcción acaba de ser adjudicada por 10,9 millones de euros, al igual que la malla subterránea de distribución, que se ha contratado por otros seis. En total, la inversión prevista por el Ejecutivo regional asciende a 36 millones de euros.

El sistema ya se ha probado con éxito en Valladolid. El ahorro está garantizado, según sostienen los responsables de la sociedad pública. En 2014, un convenio entre Somacyl y la Universidad desembocó en la construcción de la primera caldera pública de biomasa dentro del campus Miguel Delibes para atender la demanda térmica de esta zona académica, así como de las facultades y escuelas situadas a orillas de la Esgueva. Un lustro más tarde se conectaba a esta red el Hospital Clínico. Fue el primer gran centro sanitario en España en utilizar este sistema.

El proyecto estaba lanzado y ese mismo año se estrenaba otro centro de producción en el aparcamiento de la Feria de Muestras. Desde este punto se distribuye calor (agua caliente incluida) a instalaciones públicas –consejerías, Escuela de Arquitectura o polideportivo Huerta del Rey, entre otras–, así como a 750 viviendas de diez comunidades de propietarios de Huerta del Rey.

El paso que se da ahora va más allá al ampliar la oferta a tres barrios al completo. Eso sí, el sistema está pensado para edificios con servicios centrales de calefacción. En aquellos bloques con calderas individuales, se requeriría de una obra de gran envergadura para cambiar la configuración y crear una red comunitaria. La inversión sería importante y el trastorno, también.

Somacyl esperará a que pasen las ferias de la Virgen de San Lorenzo para tomar la parcela junto al campo de fútbol e iniciar la construcción de la gran central de producción. La empresa Recursos de la Biomasa S. L. será la encargada de levantarla.

Tendrá una superficie de 3.600 metros cuadrado en tres construcciones adosadas: un edificio para almacenamiento del combustible vegetal y alimentación de las calderas, otro para las instalaciones de generación de energía –con cuatro calderas– y un tercero para usos auxiliares. El plazo de ejecución de este complejo es de catorce meses, según las previsiones.

Explican los técnicos de Somacyl que la central dispondrá de una instalación placas solares para generar parte de la energía eléctrica necesaria para su funcionamiento, así como de un sistema de almacenamiento de calor de 6.000 metros cúbicos, que permitirá acumular energía térmica durante la noche –cuando se reduce la demanda en hogares y edificios públicos o de trabajo– para aportarla durante el día, cuando se producen los picos de mayor necesidad. El sistema de conducciones será el de tuberías de acero. El fluido caloportador que se utiliza será agua caliente.

Cuando concluya la construcción de las instalaciones y se despliegue toda la red de distribución, cuyo plazo de ejecución es de un año, la capacidad de producción será 130,5 millones de kilovatios útiles al año, que suponen 11.224 toneladas equivalentes de petróleo que dejarán de consumirse, según estima el equipo de ingenieros de Somacyl.

Esta iniciativa verde que promueve la Junta no solo tendrá beneficios medioambientales y de ahorro para los que se sumen a ella. La red oeste también generará empleo. Para la operación y mantenimiento de la infraestructura se crearán doce puestos de trabajo directos estables en la ciudad, a los que se sumarán, para la obtención y logística de la biomasa, otros cuarenta puestos fijos más otros veinte indirectos en el mundo rural de la comunidad autónoma.

En los trabajos de edificación de la central e instalación de tuberías durante el próximo año se espera que trabajen más de un centenar de personas.

Aseguran los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente que el interés de las comunidades de propietarios en este sistema ha provocado que la central de generación situada en el aparcamiento de la Feria de Muestras se encuentre ya al 100 % de su capacidad.

No obstante, la red de canalizaciones ya instalada y la planificada para los próximos doce meses está preparada para atender a la totalidad de los edificios de los tres barrios, ya que ambas centrales térmicas estarán interconectadas y podrán intercambiar los flujos en función de la demanda de cada zona.