Valladolid

Un gran andamiaje cubre ya el crucero de la Vera Cruz pendientes del proyecto para reconstruir la cúpula

Un mes después del colapso de la cúpula de la histórica penitencial, técnicos y cofradía dan por concluido el proyecto inicial del arreglo de la cubierta retejando y sellando el crucero y el chapitel además de la restauración de las dos espadañas situadas en la portada principal y que requerían de una urgente intervención ante su estado de conservación que, en este caso sí, podía conllevar desplome, según la información facilitada entonces por la propia hermandad. Esta primera e inicialmente única fase de obras sobre la Vera Cruz tenía consignada una subvención de la Consejería de Medio Ambiente por 150.000 euros que también incluía la restauración de la carpintería exterior de la fachada.

Ahora la propia cofradía ya ha abierto otra etapa con la redacción de un nuevo proyecto, que requerirá de licencia nueva, que permita recuperar la cubierta y restablecer la actividad del céntrico templo que significa para la capital vallisoletana como el auténtico museo patrimonial y devocional en torno a las imágenes procesionales de Gregorio Fernández, el insigne y gran escultor del barroco que estableció su taller en Valladolid y que dejó en la ciudad un ingente legado artístico. El alcalde-presidente de la Cofradía de la Santa Vera Cruz, Raúl Díez Segovia, ha confirmado a este periódico que el arquitecto «ya está trabajando para recuperar cuanto antes la cúpula de la iglesia a partir de un proyecto que sea lo más parecido posible al elemento desplomado» y avanza en este sentido que «tanto arquitecto como constructora nos aseguran que sí es viable».

Una semejanza, no obstante, sobre la que todas las partes coinciden en que debería de haber algún elemento nuevo, alguna señal o alguna marca que realmente distinga la incidencia ocurrida el 25 de junio del año 2024 cuando colapsó la cúpula. Sería «una característica de esta época y de esta intervención», como explican desde la hermandad, «porque somos conscientes de que durante mucho tiempo amén de rezar ante la Virgen o nuestros titulares, lo cierto es que las primeras miradas de los visitantes van a ir dirigidas hacia la parte de arriba del templo». Fue una caída a plomo de la linterna y parte de la cúpula que se saldó sin heridos pero que arquitectónicamente dejó un agujero de más de cien metros cuadrados en la cubierta y en el suelo un gran socavón además del consiguiente destrozo de las escaleras del altar.

Precisamente en esta zona del crucero de la Vera Cruz se ha colocado un suelo de madera, una superficie de tablones con las que se salvan las contingencias provocadas en la piedra y sobre donde se sustenta la gran estructura metálica que ya está levantada hasta la misma cúpula y hasta el primer cuerpo que no se derrumbó. Desde este punto se procederá a reconstruir la cúpula que, en principio, recuperará en su linterna todas las ventanas alargadas existentes desde su construcción y hasta hace tres siglos que se modificaron. Y ésta, en principio, tal y como revela el propio Díez Segovia, será una de las grandes novedades del nuevo elemento: recuperar las ocho ventanas del octógono dado que en la última obra se ocultaron cuatro.

Con todo, tal y como como se ha consultado en el área municipal de Urbanismo, el nuevo proyecto contendrá la construcción de una linterna de estructura ligera con materiales modernos pero revestimientos de apariencia a la cubrición original, con un material más perdurable en el tiempo y que no aporte más peso al conjunto del tejado.

Más luz natural hacia el interior

Además de restituir el valor original de este templo erigido en 1581, duplicar el número de ventanas en lo más alto significará radiar mucha más luz del exterior hacia el interior, como indica el alcalde presidente, dado que «se utilizará un sistema reflectante en los propios cristales transparentes para aprovechar más la luz y también jugar en el interior con los rayos de sol y su propia proyección en los diferentes retablos o espacios de la penitencial» hasta donde acceda la luz según la hora del día o el mes del año. Así, las ocho pequeñas ventanas de la linterna irán en paralelo a las ocho del octógono de la cúpula. Y en el remate, la gran bola dorada tan identificativa del templo, con la veleta que se rescató de entre las toneladas de escombro caídos.

En el interior se recuperarán los dibujos y formas de los frisos y yeserías «aunque con alguna marca, más o menos perceptible, que sirva para transcribir la historia de lo que pasó» como siempre han reconocido su arquitecto, Fernando Bonrostro, junto con la cofradía. En definitiva, una intervención «compleja» donde esperan que las administraciones aceleren las licencias por vía de urgencia y, como los andamios del interior y del exterior ya están levantados, «poder comenzar cuanto antes se pueda sin dilación». Así, Díez Segovia prefiere continuar siendo optimista respecto a la reapertura del templo y volver a casa para celebrar la Semana Santa de 2025 indicando a la vez que la parte exterior podría estar entre los próximos meses de diciembre y enero. Aún con todo, «habrá que esperar al proyecto definitivo», concluye. Atendiendo al resto del templo, cubriciones de retablos, bancos apilados hacia los laterales, material de obra con transpaletas y carretillas y polvo, mucha suciedad y polvo.

En la parte que no se ve de la propia cúpula, nueva estructura que sostendrá este elemento recordando en este punto que, como hace un mes valoraron los técnicos, incluido el propio concejal de Urbanismo, Ignacio Zarandona, el colapso de la cúpula tuvo como consecuencia el mal estado de conservación de las vigas y travesaños de madera que la sustentaban como consecuencia del paso del tiempo y las adversas condiciones meteorológicas de años.

Respecto al capítulo económico, desde la cofradía insisten en desconocer todavía cual pudiera ser el presupuesto de esta gran obra, aunque su dirigente no oculta que «será muchísimo dinero». Es por esto que esperan contar con la ayuda de cofrades, instituciones y cofrades, además de la propia hucha de la penitencial, «porque aunque la cofradía es la propietaria y nosotros la custodiamos, lo cierto es que es patrimonio de toda la ciudad». En este sentido reconoce que durante las primeras semanas del suceso la cuenta 0 recibió muchos ingresos pero que ahora se ha ralentizado a lo que anima -y agradece- a todos los que deseen a hacer sus aportaciones para hacer esta reconstrucción.

Desde la plaza del Ochavo y accediendo por la propia calle de la Platería, por otra parte, la portada de la Penitencial de la Vera Cruz luce ya en todo su esplendor después de varios meses de restauración en que se ha limpiado la piedra y se han pintado las espadañas tras asegurar sus revestimientos por riesgo de desplome como indicaban los informes técnicos. Sin duda, junto con los cuatro pináculos característicos y la cruz, esta portada renacentista recupera tanto su estética como su luminosidad dentro de este entorno de Platerías que está declarado como Bien de Interés Cultural (BIC). Un andamio que desaparece de la vista aunque permanece otro en esta céntrica vía, el correspondiente con el edificio del número 18, que tiene licencia desde junio de 2023 aunque todavía sin ejecutar para rehabilitar el edificio ruinoso y construir un bloque de local comercial más una decena de viviendas.