Sabían lo que buscaban. Llevaban días vigilando de cerca los movimientos de los inquilinos de dos viviendas de Puente Duero. Sus investigaciones les llevaron a sospechar que en su interior habitaban personas relacionadas con el cultivo y el tráfico de cannabis. Tampoco se escondían. ... De hecho, buena parte de las plantaciones, que alcanzaban los dos metros de altura, eran visibles desde la calle, a varios metros de distancia. Sin embargo, no fue hasta media mañana de este viernes cuando la Guardia Civil de Valladolid, en colaboración con la Unidad de Paisano de la Policía Local de la capital, desplegó un amplio dispositivo para desarticular dos cultivos de marihuana en la zona. El 'golpe' de la Benemérita se saldó con los registros de dos domicilios contiguos, de un BMW y dos varones de mediana edad detenidos. También se intervinieron aproximadamente entre 25 y 30 kilos, a pesar de que todo hizo indicar que días antes habían recogido ya parte de la cosecha, previsiblemente precipitado por la previsión meteorológica de estos días.
Publicidad
Las pesquisas apuntaban hacia un punto concreto:la calle Puente de la Barqueta. Minutos después de las 13:00 horas, varios efectivos de la Guardia Civil irrumpieron de forma simultánea en dos viviendas de la citada vía, separadas únicamente por una malla de alambre –de forma que el interior de sus patios eran visibles desde varios puntos–. La operación se prolongó durante cerca de dos horas y media, hasta pasadas las tres y media de la tarde. Los agentes de la Benemérita sacaron las plantas incautadas y posteriormente se llevaron detenidos a los dos varones. Entre tanto, en Puente Duero se había corrido la voz de que se estaba llevando a cabo una actuación policial, y fueron varios los vecinos que se agolparon frente a las casas y que detenían unos instantes sus vehículos para enterarse de qué es lo que había pasado. Todos coincidían: «No habíamos oído nada de que aquí se traficara con marihuana».
Hasta Puente de la Barqueta también se desplazaron los familiares de ambos arrestados, quienes, visiblemente nerviosos, parecían desconocer cuáles eran las razones que motivaron la intervención.
Con las dos detenciones de este viernes son ya al menos catorce las personas detenidas en los últimos quince días como presuntos autores de un delito contra la salud pública por cultivar y elaborar plantaciones de marihuana. De hecho, desde mediados de septiembre el desmantelamiento de estas explotaciones ha sido continuo tanto en la ciudad como en la provincia, con arrestados en localidades como Quintanilla de Onésimo, Boecillo, Portillo o Laguna de Duero, entre otras, y en la capital, en zonas como Barrio España.
Se trata de una tónica habitual en cada mes de septiembre, pues según confirman fuentes policiales, ahora es el mes «idóneo» para recoger el cultivo de las plantaciones exteriores, mientras que en el caso de las de interior no tienen una fecha concreta para su recolección.
Publicidad
Pero este año, a diferencia de los anteriores, se ha detectado un incremento de estos cultivos, fundamentalmente por el confinamiento. Así lo confirma el jefe del Grupo VIII de la Udyco de la Policía Nacional, quien señala que, si bien es cierto que el aislamiento domiciliario «ha influido en la proliferación de cultivos de cannabis, en el sentido de que es una droga que se puede cultivar en la propia provincia sin tener que hacer ningún tipo de desplazamiento, a diferencia de otras que precisan transportarlas desde otro país al punto de destino», se trata de una tendencia localizada desde hace dos años.
Detrás de esta subida está, fundamentalmente, su creciente consumo, principalmente entre jóvenes –incluidos menores de edad–, aunque también son determinantes su precio –es una de las drogas «más baratas del mercado», pues el coste de su gramo oscila en torno a los cinco euros–, la «facilidad» a la hora de adquirir las semillas y el hecho de que no se necesitan «grandes conocimientos para su cultivo y recolección». «Se ha detectado un aumento sobre todo en las plantaciones 'indoor', ya que todos los beneficios obtenidos son netos porque los costes de producción son mínimos, y más aún si en la plantación existe un enganche ilegal de electricidad», argumenta el jefe del Grupo VIII de la Udyco de la Policía Nacional.
Publicidad
Al frente de estas explotaciones se encuentran, normalmente, organizaciones criminales «perfectamente organizadas», con un reparto jerarquizado de las funciones. Es en el último escalón donde se ubican los cultivadores de marihuana. «Cada organización cuenta con un número de miembros que varía en función de su tamaño, de forma que unos se encargan del cultivo, otros de hacer vigilancias sobre los mismos para detectar presencia policial por las inmediaciones, del transporte, de la venta...», indica el representante.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.