Más separados que nunca, pero también más juntos. Y ambas circunstancias provocadas por la crisis derivada del coronavirus. Lejos, porque las medidas de seguridad contra la pandemia propiciaron que los concejales se dispersaran por el salón de plenos del Ayuntamiento de Valladolid, con cambios de ... sillones incluidos y hasta de bancadas para cumplir con el distanciamiento social. Y cerca, porque a esta separación física, también ideológica en muchos de los aspectos debatidos en el pleno, le siguió una proximidad palpable en el discurso de casi todos los grupos municipales, que el propio alcalde comparó «con aquellos políticos identificados con la Transición».
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Con ese caldo de cultivo, con los mensajes de congratulación por los esfuerzos de unos y otros por haber aprobado ya más de 15 millones de euros para los sectores golpeados por la crisis; o con la portavoz popular, Pilar del Olmo, defendiendo al alcalde en su cruzada por el superávit contra su propio Gobierno, no es de extrañar que al término de la sesión plenaria se diese un paso más en el clima de consenso.
A la oferta semivelada de las últimas comparecencias del Grupo Municipal del PP, para diseñar de forma conjunta los Presupuestos de 2021, recogió el guante el portavoz socialista, Pedro Herrero, quien hizo suyo el discurso del alcalde, de «ver buena fe» en el ofrecimiento de la oposición. No solo fue un discurso ante las cámaras encendidas, ya que al término de la sesión, que recuperó actividad con respecto a los plenos telemáticos y se extendió durante más de cuatro horas, la oferta fue certera, con «una buena acogida» por parte del gobierno municipal.
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Poco antes, este paso se había identificado como «una fase natural» del propio grupo de trabajo creado contra la crisis. Sería la tercera etapa de un proceso en el que primero se abordaron las medidas para ayudar a los sectores más golpeados por la pandemia, con 26 medidas puestas en marcha ya; y a la que le sigue en la actualidad «la supervisión de todas ellas por gobierno y oposición», coincidieron los portavoces de Valladolid Toma La Palabra, María Sánchez; y su homólogo de Ciudadanos, Martín Fernández Antolín. Será a esta «supervisión» la que le seguirá el inicio de la conversaciones para ver si hay también un gran pacto para las cuentas de 2021, en el que podría ser el primer acuerdo de estas características en la historia del Ayuntamiento. «Parece que hay disposición, y sería una buena noticia», admitió el portavoz del PSOE y concejal de Planificación y Recursos, Pedro Herrero. Un pacto que previsiblemente también estaría abierto al resto de las formaciones, con la duda de Vox, que ayer volvió a asumir el papel de patito feo en el pleno, en un toma y daca constante entre el resto de grupos y la formación de Javier García Bartolomé.
La oferta del PP tiene «mucho que ver» con una situación «que ni mucho menos ha terminado, al igual que la pandemia», indicó Pilar del Olmo. «No creemos que esto se vaya a solucionar este año, y por eso queremos contribuir en los presupuestos con partidas focalizadas a incentivar el empleo, porque las expectativas son muy malas y hay que estar preparados para los rebrotes», explicó la presidenta del grupo popular en el Ayuntamiento.
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En este sentido, y como nota discordante, el edil de Ciudadanos Pablo Vicente tildó la propuesta de «un cheque en blanco» al equipo de Gobierno, un calificativo que negó Del Olmo. «Pactar unos presupuestos no va a ser fácil. Hay muchas partidas y muchas veces no estaremos de acuerdo», recalcó.
Por su parte, el Ayuntamiento ya ha iniciado el esbozo de unas cuentas que «serán especiales», y que contarán con un fondo de contingencia más amplio. «Si habitualmente este era de medio millón, deberá ser más amplio», admitió Pedro Herrero, en una partida económica a la que también le gustaría sumar el superávit del Consistorio, después de que en el Pleno se volviese a incidir en este sentido, con una enmienda presentada por Toma la Palabra (VTLP) a una moción del Grupo Popular en la que se reclama al Gobierno de España una modificación normativa que permita que las entidades locales puedan utilizar «siempre» los remanentes presupuestarios.
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Fue la moción popular la que hizo intervenir al alcalde, Óscar Puente, quien «reconfortado por el apoyo», defendió una vez más «el municipalismo».
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