Valladolid
Ghaith, el joven que murió ahogado en el Pisuerga, huyó de las bombas de Alepo hace dos añosEl sirio, de 20 años, llegó en 2023 a Valladolid junto a su madre y su hermano en calidad de refugiados
Se vieron obligados a dejarlo todo porque quedarse allí implicaba demasiada probabilidad de morir. Salieron de Alepo, en Siria, huyendo de los bombardeos indiscriminados y ... los ataques a civiles. No tenían más alternativa que dejar atrás todo por lo que habían luchado y trataron de encontrar una salida primero en Líbano, para después emprender un largo viaje de más de 5.000 kilómetros que les trajo en septiembre de 2023 a Valladolid.
Ghaith Warram, el joven de 20 años que este domingo perdió la vida mientras se daba un baño en el Pisuerga, llevaba viviendo casi dos años en un humilde piso de La Rondilla junto a sus padres y su hermano (un año menor que él). Los cuatro son desde entonces refugiados de guerra y encontraron en la capital una oportunidad.
Muy lejos quedaba ya su antigua vida, donde compartía jornadas de trabajo en el negocio de pinturas de su padre, Mohamad. Cuando llegó aquí, lo primero que hizo fue tratar de encontrar trabajo. «Era su mayor preocupación e iba dejando curriculums por donde fuera. Hace un mes y medio terminó su trabajo en un lavadero de coches», asegura su hermana Rama.
Ghaith, con 20 años, ya sabía lo que era el perderlo todo por la guerra y el buscarse la vida, conocer rápido un idioma, «quería y le gustaba aprender el español», y tratar de hacer vida en una nueva ciudad de la que esperaba una oportunidad. «Siempre estaba contento y era muy buena persona. Era un chico muy inocente y nunca pensaba mal de nadie», dice en árabe su madre para que Tharaa, una amiga de la familia también de Siria, haga las veces de traductora. «Van a clases de español, pero a ciertas edades resulta más complicado aprender», apunta.
Su padre estaba presente cuando su hijo se ahogó este domingo en el río. Mohamad guarda silencio en el salón de casa, en una especie de estado de shock, un espacio al que llegan conocidos para dar el pésame a la familia donde el silencio por momentos se mezcla con el caos de la situación familiar que atraviesan, la de unos padres que tienen que enterrar a un hijo y unos hermanos que se quedan sin un pilar fundamental en la familia. Y todo ello sin saber dónde acudir y sin recursos a la espera de recoger el cuerpo de Ghaith del Anatómico Forense.
El carácter abierto de Ghaith le había hecho tener su grupo de amigos del barrio con los que compartía aficiones. «Le gustaba mucho el gimnasio, hacer deporte y nadar», dice su padre. Paradójicamente disfrutando de una de esas aficiones, el joven sirio perdió la vida este domingo en el río Pisuerga a la altura del puente de Condesa Eylo, donde desapareció dejando rota a una familia que llegó a Valladolid huyendo de las bombas.
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