La familia de Ghaith pide ayuda para enterrar al joven sirio que se ahogó en el Pisuerga
La situación de sus padres, refugiados sirios, es límite: «Ahora mismo no podemos afrontar los gastos del entierro»
Al dolor de despedir a un hijo, se le suma en este caso el hacerlo de una forma tan traumática como es el presenciar cómo ... desaparece en las profundidades de un río. La tarde del domingo terminó para Ghaith Warram de la peor forma posible. El joven sirio de 20 años no logró salir con vida del Pisuerga.
La familia está «en shock» y se encuentra desesperada por la delicada situación que atraviesan. Son una familia de refugiados que huyó de la destrucción y la muerte de la guerra de Alepo en 2023 y desde entonces nada ha sido fácil para ellos. Llegaron a Valladolid y encontraron el apoyo de la asociación Accem, que les ayudó económicamente hasta hace dos meses con el alojamiento y la manutención. «Pero en abril se terminó la ayuda porque todo tiene su fin y la situación es muy, muy complicada. Eso sí, siempre hemos intentado buscar trabajo, pero no es fácil si tienes dificultad con el idioma y cierta edad», asegura la familia, que se apoya en Tharaa, una conocida del barrio que hace las veces de traductora.
Sin recursos y en una situación especialmente vulnerable, la familia reunida este lunes en el salón de una humilde vivienda del barrio de La Rondilla, se pregunta cómo van a enterrar a Ghaith. Las llamadas de familiares y las visitas de amigos para dar el pésame se entrelazan con conversaciones en árabe con el imán de la mezquita de la calle Celtas Cortos. «Nosotros podemos ayudar a través de la comunidad mediante donaciones. Eso sí, no sé cuánto tardaríamos en reunir el dinero y cuánto sería, pero en estos casos hay que consultar con el Ayuntamiento porque se trata de refugiados de guerra», señala el imán.
Todo se vuelve más complicado cuando la barrera del idioma impide actuar rápido. «Tenemos que llamar a la funeraria para ver cuánto dinero va a costar. Ahora mismo no podemos afrontar los gastos», dice una familia rota.
Los gastos del sepelio rondan los 2.000 euros y en ellos se incluye el traslado del cuerpo desde el Instituto Anatómico Forense, donde se encuentra todavía Ghiath hasta el cementerio musulmán de Burgos, donde sus maqbaras (tumbas) están orientadas a La Meca, como manda el Corán.
Pero esa cifra, de 2.000 euros, se vuelve inasumible para una familia que no tiene ingresos, y que debe las dos últimas mensualidades del alquiler. Esta misma mañana, el casero del piso conversaba por teléfono con la familia a la vez que se enteraba de la noticia de la muerte de Ghaith. «No sabía nada de lo ocurrido, les acompaño en el sentimiento y les daré de plazo hasta el mes de julio para que busquen la forma de pagar», aseguraba.
«No sabemos qué hacer, ni dónde acudir. Si alguien pudiera ayudarnos a enterrar a Ghaith estaríamos eternamente agradecidos», implora la familia, que aún no ha digerido lo ocurrido. «Les llevará tiempo y necesitarán ayuda psicológica para asumir que Ghaith ya no va a voler», asegura Tharaa, poco antes de emprender el camino a los juzgados con la familia del joven sirio que perdió la vida este domingo en el Pisuerga.
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