Las gasolineras de Poniente y la Circular se ven abocadas al cierre

El cambio de modelo de ciudad, en el que se da prioridad al transporte colectivo y se penaliza el uso del vehículo privado por el centro, ha hecho que cada vez sean menos las personas que acuden a Poniente a repostar, algo que se agravará previsiblemente con la puesta en marcha de la zona de bajas emisiones, que será efectiva en enero de 2024. El futuro cierre afectará a los trabajadores de la gasolinera. Uno de ellos lleva décadas entre los surtidores de Poniente y el otro, que trabajaba en la empresa desde hace un año, decidió aceptar otra oferta de trabajo ante la delicada situación que atraviesa esta estación de servicio. El gran quebradero de cabeza al que se enfrenta el gestor es qué va a hacer con su empleado más antiguo. «Si le puedo recolocar en otro lado, lo haré. Milagros no puedo hacer», asevera con pesar.

Moisés Sastre cuenta con tres gasolineras que funcionan mediante una concesión municipal que finalizan en agosto de 2023: las mencionadas de la Circular y Poniente y la del Centro Comercial Vallsur. La primera de ellas se encuentra también dentro de la zona de bajas emisiones, en la que pronto se limitará el tráfico de vehículos, tal y como se puede observar en el mapa ubicado sobre estas líneas.

El gestor asegura que no hay planes de cierre para las gasolineras de la Circular y Vallsur. «Repsol no ha planteado nunca la posibilidad de cerrar las otras dos gasolineras», asegura. No obstante, faltan ocho meses para que acabe la concesión y el Ayuntamiento no parece tener intención de sacar nuevas concesiones para gasolineras ubicadas dentro de los márgenes de la zona de bajas emisiones de la ciudad, donde podrán entrar los vehículos con etiquetas 'B' hasta 2025, mientras que los que cuenten con pegatina 'C' podrán hacerlo hasta 2030. «Sacar la concesión de nuevo no tiene mucho sentido teniendo en cuenta las circunstancias. Pero tampoco si se considera la proximidad a las viviendas que en ambos casos se da, y que ya denunciaron los vecinos más afectados», asegura el concejal de Planeamiento Urbanístico, Manuel Saravia, para señalar directamente a la estación de servicio de la Circular, que da empleo a otros dos trabajadores.

Esas denuncias vecinales a las que hace referencia el edil se produjeron hace solo dos años, cuando la estación de servicio de la plaza Circular cambió el surtidor. Hubo dieciséis alegaciones «manifestando la problemática coexistencia de los usos de la zona, gasolinera y residencial», además de la afección al subsuelo del antiguo cauce del Esgueva. Pero se consideró que el cambio de surtidor no afectaba de forma sustancial a la licencia ambiental vigente y la estación de servicio pudo seguir adelante con su plan.

Aparte de las gasolineras que hay en la ciudad ubicadas sobre suelos de propiedad privada, hay cinco concesiones vigentes de suelo público de gasolineras: las tres anteriormente mencionadas -Circular, Poniente y Vallsur- y, además, la del Polígono de Argales y la de la plaza San Bartolomé, junto al Puente Mayor. Por el momento, todo hace indicar que las únicas que corren riesgo de cierre son las de Circular y Poniente, ya que las otras tres están instaladas fuera de los márgenes de la zona de bajas emisiones de la ciudad.

Ante el previsible cierre obligado de las gasolineras ubicadas en el interior de la zona de bajas emisiones que se avecina, Repsol tiene una idea para la estación de servicio de Poniente que pretende trasladar al Ayuntamiento, tal y como avanza Moisés Sastre. «En 2023 pueden pasar muchas cosas. Repsol quiere instalar un punto de recarga para vehículos eléctricos que permita cargar tres coches a la vez y ahora es el Ayuntamiento el que tendrá que hablar», señala el gestor de las gasolineras de Circular, Poniente y Vallsur.