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La ilusión ha ganado el pulso a la incertidumbre y son palpables la ganas de recuperar la normalidad para comenzar a disfrutar como antes. Las cifras de alumnos que se han interesado por los programas de movilidad que ofrece la Universidad de Valladolid se han ... incrementado de cara al próximo curso, con un total de 1.125 estudiantes (894 que han solicitado la beca Erasmus o Internacional –superando la media de otros cursos– a los que hay que sumar 231 alumnos que decidieron aplazarla este curso por la situación sanitaria y lo harán en el 2021-2022).
Ha podido más la motivación por vivir la experiencia que el miedo a la pandemia, y más ahora que acaban de conocer que podrán viajar más tranquilos porque su principal duda ha sido resuelta. Serán vacunados antes de poner rumbo a los destinos elegidos, porque los estudiantes de Erasmus o prácticas en el extranjero saldrán de Valladolid con todas las garantías sanitarias, ya que Sacyl acaba de aceptar las solicitudes de vacunación que habían propuesto desde la UVA.
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«No hay fecha fija, aunque lo ideal sería entre junio y julio. Vamos a estar pendientes para que no se demore mucho más, porque muchos se van a finales de agosto o principios de septiembre», explica Paloma Castro, vicerrectora de Internacionalización de la UVA. Lo que está claro es que el proceso ya está en marcha y en las próximas semanas serán vacunados con la monodosis de Jansen. «Hablamos con la Consejería de Educación y la de Sanidad, y nos confirmaron el compromiso de vacunar a los estudiantes antes de que iniciaran sus programas de movilidad, queremos lo mejor para nuestros estudiantes y que se vayan con seguridad y tranquilidad. Ya hemos facilitado un listado de todos los alumnos para que organicen su vacunación ».
Desde la Universidad explican que el marco ideal de trabajo sería una docencia de carácter más presencial en la que todos los alumnos estuviesen vacunados, tanto los que envía la UVA, como los procedentes de otros países que vienen al campus vallisoletano. «Al igual que nosotros garantizamos esa seguridad sanitaria con las vacunas, nos consta que hay muchas universidades en el ámbito internacional que están trabajando en el mismo camino para garantizar un entorno seguro y una mayor presencialidad en las aulas. Esta pandemia nos ha servido para adaptarnos, ser más flexibles y comunicarnos mucho más con nuestros alumnos y con las universidades de otros países para trabajar de forma conjunta frente a las incertidumbres. Respondemos una media de 120 mails diarios y las principales preocupaciones son las dudas sobre confinamiento al llegar al destino, necesidad de pruebas PCR, etc…, pero con la vacunación muchas quedan resueltas», explica Castro.
Con más de 1.800 convenios con otras universidades, una media de 900 solicitudes y 700 alumnos que finalmente deciden salir fuera a estudiar, este curso ha sido sin duda el menos demandado por los estudiantes. «Muchos solicitaron las becas para este curso 2020-2021, pero finalmente solo salieron 359 estudiantes que decidieron embarcarse en la experiencia de estudiar fuera a pesar de las circunstancias. Si su universidad de destino cerraba tratábamos de reubicarles rápidamente. También se les dio la opción de estudiar 'on line', pero muchos prefirieron posponerlo para este curso y se les ha dado la oportunidad de hacerlo», explica la vicerrectora.
El uno de septiembre, Alba Rodríguez llegará a Toulouse «porque el cuatro empezamos las clases, en mi caso presencial y 'on line'. Las ganas han superado al miedo y embarcará en la aventura Erasmus durante el próximo curso. «El virus no me ha echado para atrás en ningún momento, aunque sé que igual vivo la experiencia de una forma diferente me voy el curso completo. Mi principal duda era saber si nos vacunarían o no y ahora que nos lo han confirmado me abre muchas puertas para moverme a otros países y recorrer Europa». Ha elegido alojarse en una residencia, «así conoces más rápido a más gente. Este año las cosas están mejor y aunque no será como antes, tengo suerte porque el año pasado para algunos conocidos fue complicado a nivel psicológico vivir el confinamiento y las fases en otros países como Holanda o Alemania.
Alejandro de Paz cursará tercero de Periodismo en Polonia. Tenía claro que quería disfrutar de la experiencia que brinda el Erasmus en el extranjero, aunque la pandemia ha trastocado el destino en el que vivirá esta apasionante aventura académica. «Elegí Holanda en un primer momento, pero la universidad de allí canceló el programa y tuve que optar por otro destino y me quedé con Łódź. Mi caso fue urgente y la Facultad lo ha resuelto rápido para reubicarme» Saber que se les va a vacunar le ha dado una tranquilidad extra, aunque asegura no tener «miedo al virus como tal», sino a que el 'bicho' «me pueda fastidiar la experiencia, porque cierre la universidad o vuelva a repetirse una situación como el año pasado, aunque lo cree poco probable. Conozco a gente que ha preferido no ir, pero yo no quiero desaprovechar esta increíble oportunidad».
La covid, como cabía esperar, interfirió en su experiencia Erasmus. Julia Benito estaba estudiando tercero de Historia del Arte en la ciudad de Łódź (Polonia). «Sin apenas informar nada del virus, de un día para otro cerraron fronteras y conseguí volver a España 'in extremis' para pasar el confinamiento con mi familia. Vine con una maleta pequeña y casi con lo puesto. En España teníamos mucha más información y recuerdo que casi todos los días llamaba a la embajada para ver cuándo podía volver, la situación era muy incierta». El 26 de mayo decidió regresar a Polonia en un vuelo de emergencia «tenías que presentar justificación que acreditase esa necesidad real de volver, en mi caso tenía que hacer dos exámenes y varios trabajos para terminar el curso y decidí que lo mejor era hacerlo allí».
Lo que no podían imaginar los 658 alumnos de la UVA que iniciaron con ilusión la experiencia de desarrollar sus capacidades fuera del país el pasado curso es el escenario con el que se toparon a finales de marzo de 2020 con el estallido de la pandemia, que afectó de lleno a sus países de destino. Desde la Universidad recuerdan aquella etapa como una época de trabajo «muy duro», con la principal preocupación de que los alumnos no pudieran terminar la formación y fuera un año en blanco para ellos, «se dieron varias opciones, como reincorporarles aquí o continuar en su destino de forma ' on line', como hicimos nosotros con los 743 alumnos que teníamos de otros países. En ese momento, teníamos a 450 fuera el curso completo y estábamos continuamente en contacto para ver sus necesidades, algunos se querían venir y no se podía salir del país, nos poníamos en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores y finalmente tuvimos que repatriar a quince estudiantes.
En época covid solamente cancelaron la beca 36 estudiantes de los que recibimos en la UVA, tuvimos que actuar en tiempo récord», explica Castro. Las universidades de todos los países que mantienen convenios tuvieron que hacer una planificación exhaustiva para establecer protocolos frente a la covid, «ahora todo está más definido, tenemos más información, y esta organización eficiente ha surgido gracias a la unión que mantuvimos desde el primer momento.
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