El gancho es su precio irrisorio: por debajo del ofertado en la zona. Para muestra, un botón. En la calle Caamaño –a la altura del número 43–, en pleno corazón de Las Delicias, se vende un inmueble de tres habitaciones, salón, baño y cocina –distribuidos ... en sesenta metros cuadrados– por 56.000 euros. A escasos veinte metros, en el portal 39 de la misma vía –y mismo lado de la acera–, se anuncia un tercero sin ascensor, de dos habitaciones y una superficie total de setenta metros cuadrados, por nueve mil euros más: 65.000.
Publicidad
La clave en esa oferta más rebajada, en esa diferencia de precios en viviendas de similares características, está en sus condiciones 'especiales' para adquirirlo: el primero es un «inmueble ocupado». Con inquilinos que viven allí de forma ilegal y que debe echarles el comprador en cuestión. No puede, por tanto, visitarse, por lo que la adquisición se haría a ciegas, confiando en que las fotografías que publica la agencia en Idealista (el portal inmobiliario donde en ese caso se anuncia) se corresponden con la realidad con la que podría encontrarse. El nuevo propietario –según confirma el agente comercial encargado de darle salida– también tendría que asumir los costes derivados de esta apropiación ilegítima, como posibles reformas o, si se diera el caso, destapiar la entrada.
Las frases
Sergio Ruiz, de inmobiliaria Ker 2000
Ignacio Díez, de inmobiliaria Dicampo
Pero la de Caamaño 43 no es una práctica aislada. Son al menos cuatro los pisos con okupas a los que se intenta dar salida en Valladolid capital –todos en Las Delicias– a un precio por debajo de lo fijado en el mercado. Es el caso, por ejemplo, de dos casas que buscan nuevo dueño en la calle Zapardiel, paralela a Juan Carlos I, frente al polideportivo Canterac. Allí existe una «oportunidad de inversión», como rezan sus descripciones en la web: Una por 23.000 euros y la otra, por 30.000.
Noticia Relacionada
El cuatro inmueble a la venta en estas condiciones se ubica en el nudo de Las Delicias: en Padre Manjón, en su extremo más próximo a Celtas Cortos, y lleva al menos dos años en estas mismas condiciones (ocupado de forma ilegal y a la venta). Su precio es de 44.800 euros y se trata de un piso –a la altura del número 107– de tres habitaciones y dos baños distribuidos en noventa metros cuadrados.
Publicidad
Estos negocios son perfectamente legales siempre y cuando se advierta al interesado de las incidencias a las que deberá hacer frente. «¿Por qué no? Avisando al comprador y contando la problemática... Es como si está alquilado. Avisas y él decide si le interesa o no», afirma el propietario de la inmobiliaria Dicampo, Ignacio Díez, al tiempo que remarca que estos casos, en Valladolid, son «puntuales». «Cuando empezó la crisis sí hubo un repunte, pero ahora no hay en exceso», apunta.
Puede ahorrarse unos euros al adquirir una vivienda con inquilinos en su interior, pero exige un proceso judicial y la rehabilitación de la casa. Sin embargo, pese al arduo procedimiento –no suele ser ni ágil ni barato– y las dificultades añadidas, estos inmuebles resultan atractivos para los inversores. De hecho, son ellos el público objetivo de estos pisos y no un comprador particular. «El comprador es una persona especializada con capacidad de gestionar lo que viene después», dice Sergio Ruiz, de la inmobiliaria Ker 2000, quien destaca que este tipo de negocios no suele anunciarse en estos portales. «Es un mercado difícil de gestionar, de oportunidad de precio, aunque Valladolid no es una zona que genere interés a esas personas», añade.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.