Los forenses examinan al autor confeso del crimen de Paloma e India

Durante ese tiempo, David Maroto se ha sometido a las pruebas de los forenses para evaluar el grado de imputabilidad y valorar, de esta forma, la capacidad del sujeto para comprender la ilicitud del acto realizado.

El autor confeso de las muertes de la madre y de su hija llegó a las dependencias judiciales de la calle Angustias sobre las 10:00 horas y permaneció, para volver a la cárcel de Villanubla, hasta las 11:30 horas. La salida del furgón de la Guardia Civil estuvo marcada por los reproches de la familia de Paloma e India.

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Tanto el padre de India como la abuela y madre de las fallecidas, al igual que el día que fue decretada la entrada en prisión de Maroto, descargaron su ira hacia el vehículo en el que se hallaba el presunto asesino de sus seres queridos. Precisamente, cada vez que se abría la puerta de acceso a los calabozos en los juzgados, los dos familiares gritaban con la intención de que les escuchara David Maroto. «Te vas a pudrir en la cárcel. Asesino en serie. Has destrozado la vida de mi familia. Canalla. Asesino de niñas», han manifestado desde los exteriores y ante la presencia de la Guardia Civil.

Asimismo, el proceso judicial sigue avanzando, mientras se está a la espera de conocer las pruebas periciales (tecnológicas, científicas y forenses) para reconstruir lo más fielmente posible lo que ocurrió la noche de autos en el domicilio de Paloma y «modular» sus escritos, si bien tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares (familia de las víctimas, la Junta de Castilla y León y la asociación Clara Campoamor) ya adelantaron que le van a imputar dos delitos de asesinato. David Maroto será juzgado por un jurado popular y se enfrenta a penas muy graves que pueden suponer incluso la prisión permanente revisable.

Aunque el investigado por ambas muertes se ha negado a declarar, sostienen las acusaciones que su imputabilidad en la autoría «está clara», aunque la letrada de la defensa, que sigue a la espera del cambio de abogado al solicitarlo recientemente Maroto, esgrimirá sus adicciones a las drogas para intentar que se le atenúe la condena.

Aunque se desconocen los hechos por boca del detenido (se ha agarrado a su derecho a no declarar en dos ocasiones), su familia condenó «rotundamente» los hechos a través de un comunicado, en el que se unía al «dolor» de los allegados de las víctimas y pedía perdón por las «trágicas muertes» de la madre y su pequeña, esta última primera menor víctima mortal por violencia de género en Castilla y León desde que se tienen registros en 2013.