Las forenses destacan que Maroto estaba cuerdo y sobrio la noche del crimen

Sobre la versión de los hechos que en su momento proporcionó Maroto, las dos facultativas han insistido en que mintió. «La mentira es su 'modus vivendi'. Mentía y no se acordaba de que mentía», han continuado en una accidentada declaración al abalanzarse el padre de India y otros dos hombres sobre el acusado en un intento de agresión.

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Estas mismas dos forenses abordaron las autopsias de las dos víctimas mortales, incluso una de ellas estuvo en el levantamiento de los dos cadáveres. Describieron la brutalidad de la agresión, especialmente sobre India, con una primera puñalada, mortal de necesidad, en la cabeza.

A la madre de la niña, el autor la asestó más de una veintena de puñaladas sin poder certificar con exactitud cuál fue la que provocó el fallecimiento. «Hasta la hemorragia por todas las lesiones pudo ser mortal», han remarcado sobre un pormenorizado y extenso informe de autopsia.

En la parte final de la declaración, sin saber que Maroto resaltaría posteriormente que el día del crimen le habían dado fentanilo, las forenses, a preguntas del fiscal, han destacado que no existe ningún fármaco ni droga que te deje consciente y que a la par puedas hacer vida normal sin recordar los hechos.