Avance de las obras en la Comisaría de Delicias. J. Sanz

Valladolid

El fiscal pide seis años para el acusado de intentar incendiar la Comisaría de Delicias

El sospechoso está imputado por un delito de estragos por entrar al recinto policial con una garrafa de gasolina que compró en una estación de servicio cercana

Álvaro Muñoz

Valladolid

Jueves, 22 de junio 2023, 14:41

La Audiencia de Valladolid juzgará este lunes a Iván González Esteban, con antecedentes no computables a efectos de reincidencia, después de acceder a la Comisaría de Delicias con una garrafa de gasolina «con ánimo de causar destrucción o deflagración». Por estos hechos, la Fiscalía, ... en su escrito de calificación, pide seis años de prisión por un presunto delito de estragos.

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El acusado, en la madrugada del 7 de febrero de este año, se acercó a la estación de servicio del número 187 de la carretera de Madrid (a escasos metros de la comisaría) para comprar una garrafa de plástico con boquilla flexible dosificadora para más tarde rellenarla de gasolina y adquirir también un mechero.

Una vez comprados todos los productos, Iván González abandonó la gasolinera para emprender la marcha, por el paseo Juan Carlos I, hacia el centro de la ciudad. Casi una hora después de conseguir la garrafa, a la altura de la comisaría de Delicias, en la parte que linda con la calle Padre Benito Menni, se situó detrás de una valla para empezar a hacer jirones con un trapo a modo de mecha.

Minutos más tarde, saltó al interior de las dependencias policiales para dirigirse directamente a una caseta de obra próxima, colocándose detrás y manipulando la garrafa de gasolina con el trapo que había elaborado instantes previos.

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De todo eso se percató un agente a través de las cámaras que controlan el perímetro del edificio para, acto seguido, dar aviso a una pareja de policías que se encontraban en las instalaciones completando tareas administrativas. Ambos agentes se dirigieron rápidamente hacia el lugar donde se hallaba Iván González, localizándole detrás de la caseta de obra junto a la garrafa, apoyada en un pedestal.

Al preguntarle por el motivo de haber saltado la valla y entrar en la comisaría, los policías no obtuvieron una respuesta «coherente», percatándose éstos del fuerte olor a gasolina que desprendían sus manos.

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«Riesgo para la vida humana»

Por su parte, incide la Fiscalía, el acusado no llegó a encender la mecha ni la gasolina que portaba, si bien las instalaciones policiales se hallaban en ese momento con varios trabajadores en su interior, «por lo que existía un riesgo tanto para su vida como para los bienes de la comisaría, con varios vehículos en su interior».

Aunque se desconoce la motivación del hombre, inicialmente se pensaba que había robado la gasolina de algún generador o vehículo del parque del Cuerpo Nacional de Policía y que sus intenciones eran hurtar en las casetas de obra que hay actualmente en el interior. Una idea que se descartó al comprobar que el combustible lo había obtenido de la estación de servicio ubicada a escasos metros de la comisaría.

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Asimismo, el acusado presenta un diagnóstico compatible con trastorno de la personalidad, debiendo estar sometido a seguimiento y tratamiento psiquiátrico, en principio ambulatorio, si bien puede requerir internamiento en función de su evolución clínica, según el informe forense.

Por ese motivo, el Ministerio Público refleja en sus calificaciones que «podrá acordarse internamiento por seis años en un establecimiento adecuado al tipo de alteración psíquica que padece».

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