Goyo Jiménez, humorista y actor
«Tal y como está la vida, si me quejase sería un patán inútil»Goyo Jiménez, humorista y actor
«Tal y como está la vida, si me quejase sería un patán inútil»María López
Jueves, 5 de septiembre 2024, 20:00
En un mundo donde las redes sociales y las apariencias parecen dictar las reglas del juego, el humorista Goyo Jiménez (Melilla, 1970) recuerda que más allá de las superficialidades, lo importante es cómo decidimos enfrentar el viaje de la vida. A través de la metáfora ... de un vuelo en avión, su espectáculo Misery class es una reflexión sobre el viaje que todos compartimos: la vida. Utilizando la idea del vuelo en avión, donde las clases varían desde la lujosa first class hasta las más humilde, Goyo invita a cuestionar el lugar que ocupamos en ese viaje y a reflexionar sobre las presiones sociales que constantemente nos empujan a buscar la perfección. Con el objetivo de que el público se cuestione el lugar que ocupa en su viaje particular, Goyo Jiménez presenta su espectáculo el día 6 de septiembre en el Teatro Carrión.
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El propio actor reconoce que hoy en día, la sociedad nos presiona a ser los más exitosos, los más guapos, los más visibles en redes sociales y que, en definitiva «todos aspiramos ya a un imposible». Pero, ¿qué pasa con aquellos que no se ajustan a esos estándares? ¿Qué sucede cuándo nos toca volar en la Misery class? Para Goyo, la clave está en como afrontamos ese viaje y cómo aprovechamos ese asiento que nos ha tocado, independientemente de dónde estemos sentados. «No importa si sentimos que estamos en el peor lugar, lo importante es si creemos que llegaremos a algún lado y cómo decidimos disfrutar del trayecto».
Como humorista, Goyo Jiménez ha creado un personaje carismático y cercano que conecta con el público a través de la risa y es que «no existe otro camino que el humor». Sin embargo, detrás de ese personaje humorístico, existe una persona auténtica que, sobre el escenario se deja conocer un poco más compartiendo aspectos íntimos que usualmente se guardan para uno mismo. En Misery class, Goyo permite que esa frontera entre el personaje y la persona se difumine, ofreciendo no solo entretenimiento, sino también una ventana a su forma de ver el mundo.
La vida, con todos sus altibajos, sus momentos difíciles y sus desafíos, pide a gritos una risa que alivie la carga. El humorista tiene su objetivo claro en la vida: aliviar a los demás y hacer que quienes lo rodean se sientan un poco mejor. En sus propias palabras, su «estúpida presencia en este mundo» solo tiene sentido si logra hacer que alguien sonría. Comparando su misión con el personaje de ficción Spiderman, Goyo afirma que, al igual que el superhéroe, él también tiene un gran poder, y con ello, una gran responsabilidad: la de hacer reír y la de ofrecer un consuelo y alivio a través del humor.
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Víctor Vela
Para Goyo, un espectáculo de humor debe cumplir con dos propósitos fundamentales: hacer reír y, al mismo tiempo, transmitir un mensaje profundo, una reflexión sobre la vida que resuene en el espectador. En su caso, el mensaje es inequívoco: la vida es un viaje que merece ser vivido en su plenitud a pesar de las dificultades, los obstáculos y las caídas que puedan surgir en el camino. Su enfoque es claro y directo. El humor no es solo una forma de entretener, sino también una herramienta poderosa para explorar y enfrentar las complejidades del camino.
Al definir su trayectoria, se considera una persona afortunada. Atribuye su éxito a una combinación de suerte y preparación, reconociendo que no siempre es fácil encontrar el camino correcto. «Soy una persona que he tenido la suerte de que las cosas me han encauzado para lo correcto. Eso no siempre suele suceder. Hay mucha gente que se desperdicia en sitios en los que no debería estar o que no sabe estar en los sitios que le ha tocado».
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Después de más de dos décadas en el mundo del humor puede presumir de colgar el cartel de 'Sold Out' en la gran mayoría de sus espectáculos, como en el caso de Valladolid, dónde ya no quedan entradas disponibles desde mediados de agosto. Sin duda, una prueba innegable de que su trabajo deja una marca en quienes han tenido la oportunidad de verlo en acción. «Es maravilloso que se sigan vendiendo las entradas después de tantos años haciendo esto. Es una señal muy buena para quien se dedica a algo así porque significa que algo has hecho bien», reconoce orgulloso. Y es que la vida es un viaje que todos compartimos y la risa es el pasaje que nos permite disfrutar del trayecto, sin importar el asiento que nos haya tocado.
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