Así ha sido el reconocimiento veterinario de los victorinos en Valladolid

Uno a uno, fueron pasando los victorinos hasta el corral de reconocimiento para que el equipo veterinario valorase su estado de salud. Lo primero en lo que se fijaron los facultativos fue en la vista. «Es lo más importante de toro. Este animal tiene una vista lateral e intentamos llamarle la atención de uno y otro lado para ver cómo responde. El sentido más desarrollado del toro es el oído y tratamos de estar en silencio durante el reconocimiento. Una vez que hemos visto la vista, miramos que el toro tenga armonía, esté bien hecho y no presente lesiones», apunta Jesús Cortés sobre unos toros anunciados en el cartel de la temporada que ha quedado mermado por la baja de última hora de Andrés Roca Rey.

Durante el reconocimiento veterinario había un hombre que se jugaba mucho: Félix Majada, el mayoral de Victorino Martín, quien espera que los animales den juego debido, especialmente, a su buena genética. «Hemos traído dos hijos de Cobradiezmos -ejemplar indultado por Escribano en 2016 por Manuel Escribano- y uno de Jarretero -semental indultado por Pepe Moral en Illescas en 2017-, pero no voy a decir los números», afirma el mayoral, que habló en estos términos del trato que se da a estos animales en el campo: «Estos viven como a todas las personas nos gustaría vivir: a cuerpo de rey. Están alimentados, tratados, saneados y desparasitados hasta que llegan al ruedo. Son sedentarios. Les gusta lo que a las personas: comer, no trabajar y tenerlo todo hecho. Son los reyes de la dehesa, aunque hay peleas entre ellos. Cuando hay un líder y quieren derrocarle empiezan los enfrentamientos. El resto del tiempo son animales muy tranquilos, que viven en un espacio de 2.000 hectáreas», asegura el mayoral.

Debido a esas peleas de las que habla Félix Majada, alguno de los animales que saldrán al ruedo el viernes presentan heridas en diferentes partes del cuerpo. «Esto suele pasar porque los animales no ven personas. Aunque tengamos excursiones en la ganadería, ellos no ven a la gente tan cerca. El problema llega cuando ven gente por encima de ellos y se acaban pegando como señal de defensa. Cuando se meten las caras, surgen los varetazos», concluye Majada, quien responde con evasivas a la pregunta de en qué toro tiene más confizanza. «En los seis», zanja.

Está claro. El mayoral confía en el ganado de la corrida del viernes. ¿Pero la afición ha respondido al llamamiento? Según comentaba el director operativo de Tauroemoción, empresa que gestiona la plaza, parece ser que sí y lo decía antes de saber que Roca Rey se caía del cartel, noticia que se conoció en la tarde del jueves. «Prácticamente no quedan entradas. Aún hay alguna, pero muy poquitas. Confiamos en que se acabe el papel, pero con la línea que llevamos será a última hora cuando se agoten las entradas. Queda alguna del tendido 2 y de las gradas altas de sol y sombra», señalaba Nacho de la Viuda.

La baja de última hora de Morante de la Puebla por lesión también ha sido un duro golpe para la empresa, que confía en que la calidad de los carteles planteados en su conjunto acabe con un balance positivo el domingo, cuando acabe la feria, que ha perdido en 24 horas a los dos toreros que más expectación habían creado en la afición.