Luz Casal en Valladolid: «Sigo priorizando mi libertad como artista y como persona»

–Ha vuelto con once canciones que transmiten sinceridad y naturalidad por los cuatro costados. ¿Lo tenía claro antes de grabarlo?

–Para mí grabar mi voz en un disco es como cantar en directo. Necesito expresar lo que siento en lo más profundo. En este disco he insistido en no hacer más de dos o tres tomas para mi voz. Me llamó la atención la franqueza con la que Billie Eilish y el entrevistador David Letterman contabilizan 87 pistas de voz en una canción. Yo pensé: «¡Qué locura!». Yo tengo que sorprenderme a mí y a los demás cuando canto. Puedo decir que no siempre canto la misma canción y que lo suyo es vivir las canciones. Para máquinas ya hay otras voces.

–No puede uno abrirse más al público cuando titula a su disco 'Las ventanas de mi alma'…

–Sin ninguna duda. A veces miro la vida como si pudiera taladrar las cosas o las situaciones. Intento asimilar todo lo que veo a través de mis ojos y también a través de mi alma. Creo que por los ojos o por las miradas es por donde sale esa cosa tan intangible que es el alma y que es lo que nos diferencia a los seres vivos.

–¿Cómo ha logrado mantener su independencia artística sin dejar de tener reconocimiento popular, institucional y también profesional?

–Continúo no bajando la guardia sobre lo que significa para mí la libertad, no tanto como individuo, sino también como libertad dentro de la música. Hago lo que hago, tengo mis objetivos y, a veces, he tenido y querido dar golpes de timón. Hay una canción del nuevo disco que se llama 'La inocencia' que habla de esos giros de vida y de esa libertad. Recuerdo que cuando hice aquellas dos canciones para Almodovar, hubo gente que consideró que había cometido traición. Pero me dio igual… yo sabía que podía hacer bien aquellas canciones y así he seguido el resto de mi vida. Se trata de hacer lo que consideras que puedes hacer… asumir esas decisiones con toda naturalidad y con todo el compromiso artístico que soy capaz de asumir.

–Durante el confinamiento de la pandemia, usted decidió llamar por teléfono a toda persona que se lo pidiese y que lo necesitase realmente. ¿Cómo surgió esa idea?

–Sí. De ahí viene el título de la canción 'Hola, ¿qué tal?'. En aquellos momentos, quería aportar algo más de lo que pudiera producir como cantante y música. La gente lo pasaba mal, se moría, tenía miedo y mucha ansiedad. Nos pasábamos 24 horas al día en casa y era difícil manejar la situación. La gente se abría en canal conmigo. Lo que yo hacía era dejarles hablar y prestarles mucha atención. Para todos fue una especie de bálsamo que, aunque durase cinco o diez minutos, creo que nadie los ha olvidado. Yo al menos, no.

– Otra canción nueva se llama 'Antes que tú'. ¿Es necesario hacer ciertos recordatorios a las nuevas generaciones?

–(Risas) Bueno… es la canción más sarcástica y divertida de todas. La canto con los Zigarros y tiene esa arrogancia que, por el bien de la persona a la que te diriges, le haces el favor de recordarle que todo es efímero y que nada es para tanto. El mensaje es claro: «Tú ahora eres lo que fui, y lo que soy serás»,

–Regresa a Valladolid y además al gran escenario de la Plaza Mayor en el que la disfrutamos varias veces en los años 80 y 90. ¿Cómo tiene elegido el repertorio de esta noche, teniendo en cuenta que se sale de su gira de teatros?

–Estoy en gira con cinco músicos maravillosos. Entre ellos el gran Tino Di Geraldo a la batería con el que llevo desde el año 1985. También ha regresado a nuestros brazos el gran Toni Carmona, que fue el compositor de 'Pedazo de cielo ' y de 'Loca', ahí es nada. No puedo prescindir de grandes canciones de mi vida, por supuesto. Tocaré temas de este último disco y llevaré una escenografía adecuada a un repertorio variado. La gente ya me conoce y sabe que agradezco enormemente que elijan ver un concierto mío, en vez de hacer tantas otras cosas que se pueden hacer en esta vida. Para mí, eso es una responsabilidad que hace que me entregue totalmente.