El Ayuntamiento valora que los vallisoletanos han estado «a la altura de las complejas circunstancias»

Redondo destacó que, en definitiva, «se ha realizado el esfuerzo necesario para que el público pudiera pasar unos días de asueto después del año y medio de una pandemia que tanto ha hecho sufrir». Para los vallisoletanos, las fiestas de San Lorenzo eran «necesarias para tener un momento de felicidad, esparcimiento y alegría». Lo era también para los encargados de que todo saliese adelante y fuese posible, es decir, los técnicos, artistas, profesionales y empresas culturales, quienes «dependen de fiestas como estas para seguir existiendo».

Tras diez días de fiestas y con la ciudad repleta de vallisoletanos dispuestos a disfrutar, el Ayuntamiento reconoce que, en términos generales, están «satisfechos y tranquilos» porque consideran que el esfuerzo realizado «ha merecido la pena», pero Ana Redondo confía en que, el año que viene, «Valladolid pueda volver a celebrar unas fiestas con total normalidad», tal y como se hacía antes de la irrupción de la pandemia.