El Real Valladolid cumple 20 años a la carrera en los Sanfermines

Hoy, 13 de julio, cumple exactamente dos décadas corriendo delante de las bestias, y como todo corredor, ha tenido recuerdos bonitos y emocionantes, y sustos dignos de contar. «Recuerdo un encierro, creo que fue en 2016 ó 2017, en el que me coloqué entre dos miuras. Ese recuerdo no se me va a olvidar en la vida, yo creo que no volveré a correr una carrera así», declara Fernando. Cabe destacar que no todo son emociones y alegrías, en 2015 un toro le pisó el tobillo en el primer encierro y tuvo que abandonar, y más recientemente, en 2017 sufrió un traumatismo craneal que, sin embargo, no le impidió correr el último día. Ninguna de las dos heridas le ha separado de Pamplona.

Su interés por el recorrido se despertó viendo los encierros en la televisión con su madre. «Yo veía a los mozos correr y pensaba que quería ser como ellos», cuenta. Además participaba en encierros infantiles en Boecillo. Su sueño de correr delante de los toros se cumplió en el 2000, tal día como hoy. Los sanfermines son una fiesta de sensaciones, de emociones a flor de piel, y eso Fernando lo sabe bien. «Correr delante de los toros es un subidón de adrenalina total. Antes de empezar siempre te preguntas quién te manda a ti correr, pero cuando terminas, y después de haberte jugado la vida, te sientes más vivo que nunca».

Sin embargo, Fernando nota que, aunque poco, los sanfermines han cambiado. «Antes había más hueco, te podías incluso meter en diagonal, ahora son más veloces». Esa velocidad, cuenta, le encanta. El encierro de este miércoles, el penúltimo del año, por ejemplo, ha durado 2 minutos y 14 segundos, el más rápido de este año. La media histórica es de 3:22, según Newtral, pero este año baja con mucho de los tres minutos. El más largo han sido 3:12 y cuatro han rebajado los dos minutos y medio. Esto hace que, en la retransmisión de hoy, a Chumi se le haya visto como una exhalación blanca y violeta.

El porqué de correr vestido de blanquivioleta le surgió por ver a otros mozos ataviados con las indumentarias de otros equipos. Según dice Fernando, empezó a correr con la camiseta de su peña de Boecillo. En las carreras veía a mozos vestidos del Betis o de otros equipos, y fue cuando se preguntó por qué no la del Real Valladolid. «Cuando me regalaron la camiseta corrí con ella en el bolsillo, llevaba puesta la del Boecillo. No me trajo suerte y me la cambié, entonces empecé a correr bien», cuenta. La carrera de hoy, muy veloz, la ha corrido con una camiseta del equipo de la temporada del 84/85, de la siguiente al triunfo de la Copa de la Liga. La ha personalizado con varios parches, en recuerdo a su hazaña de 20 años.

Esos colores le acompañarán en todos los encierros pasados y futuros, simplemente porque le trae buena suerte, según dice. Si la camiseta es actual o no, esa es otra historia, ya que está al corriente de los cambios en el equipo y muestra su desacuerdo. «Nos han quitado la identidad», dice refiriéndose al nuevo escudo. Sin embargo, esos colores los ha vestido y vestirá en todos los encierros que corra, por buena suerte o simplemente por tradición y apego al club.