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Por tierra, agua y aire. Así de exhaustiva está siendo la búsqueda de Alejandro Aranda Lasheras, el joven de 30 años al que se le ... perdió la pista el domingo tras, al parecer, sufrir un brote psicótico en el Hotel Olid de Valladolid. La Policía Nacional de Valladolid incorporó ayer al operativo la Unidad de Drones para reforzar la búsqueda mientras familiares y amigos del historiador peinan los pueblos cercanos a la capital en su busca.
La hermana de Alejandro Aranda, Isabel; su padre, Eduardo, y su tío, Ángel, recorrieron ayer la provincia con la ayuda de Javier Salinas, un taxista que les está ayudando a hacer batidas y a repartir carteles por el alfoz, donde creen que se puede encontrar el joven, debido a que es un amante del mundo rural. «Hemos estado sondeando los alrededores de Villanubla, Wamba, Ciguñuela, Geria y Simancas», relata el taxista, que se ha convertido en un apoyo para la familia en su búsqueda. «Somos de fuera y nos está ayudando muchísimo», reconoce Isabel Aranda, la hermana de Alejandro.
La última vez que se vio a este joven historiador zaragozano, que se desplazó a Valladolid para ejercer como guía de un grupo del Imserso, fue en torno a las 23:00 horas del domingo. Alejandro está diagnosticado de esquizofrenia y, al parecer, no estaba tomando medicación, por lo que todo hace indicar que en la noche del domingo pudo sufrir un brote psicótico, comenzó a comportarse de forma extraña y se solicitó la presencia de la Policía Nacional en el hotel en el que se hospedaba, donde se le perdió la pista.
«Desde el domingo se ha ampliado el radio en el que puede estar. Cuando le dan los brotes, tiene una energía que puede estar cinco días sin parar aunque no coma», asegura su hermana, mientras su padre añade que «en condiciones normales, él no tiene inconveniente en andar 50 kilómetros en un día campo a través».
Este no es el primer brote que sufre Alejandro y su padre relata así los que ha vivido en ocasiones anteriores: «Siempre le da por cosas místicas y espirituales. Hace gestos religiosos y no es peligroso, ni agresivo», indica Eduardo, quien pide que aquel que pueda encontrarse con él llamé al 091 lo más rápido posible. «No es consciente de la realidad. No sabe si estamos en el siglo XXI en Valladolid o si estamos en el Olimpo en la Antigua Grecia. Está desubicado en el tiempo», indica Eduardo con los ojos cansados de tanto llorar.
Mientras la familia trata de encontrar a Alejandro subida en el taxi de Javier, la investigación de la Policía sigue su curso y Protección Civil ha realizado labores de búsqueda por la ciudad. Alejandro se fue del hotel el domingo, poco después se encontró su maleta en la Calle San Quirce, por la zona del Museo Nacional de Escultura, y se dejó el móvil en la habitación, por lo que no se le puede buscar a través del teléfono. La Policía ha rastreado sus movimientos bancarios y desde su desaparición no ha realizado ninguna operación. Además, se cree que no cuenta con mucho dinero en efectivo, tal y como desvelan fuentes cercanas a la investigación.
El visionado de las cámaras de las estaciones de trenes y autobuses ha permitido saber que no se ha marchado de la ciudad por estos medios. No obstante, la Policía Nacional ha realizado un señalamiento policial con la meta de que esta desaparición conste en todas las comisarías de España, según desvelan las mismas fuentes.
Están siendo momento duros para la familia de Alejandro y también para sus amigos. Carlota Andrés es una de sus mejores amigas y cuenta las horas para que llegue el sábado para poder salir de tierras zaragozanas y participar en las labores de búsqueda. Carlota define a Alejandro como «una persona muy apasionada de lo que ha estudiado. Le encanta el monte, le gusta la naturaleza y, lógicamente, la historia. Es muy culto y cuando ha tenido brotes se le ha visto muy centrado en esas cosas que a él le apasionan», indica esta joven para añadir después que «Alejandro siempre ha sido una persona muy positiva. Nunca jamás pensaría en hacer daño a alguien o a sí mismo. Eso es algo que tenemos totalmente descartado porque no va con él».
Teniendo en cuenta los gustos del desaparecido, su familia hace un llamamiento a las personas que residen en el medio rural para que comuniquen cualquier información que pueda ayudar a dar con él. «Me dirijo especialmente a la gente que le guste senderismo, montañeros, cazadores o ciclistas que frecuenten montes y zonas rurales de Valladolid, de la zona de cerca a la ciudad. Solo les pido que vayan atentos para ver si le podemos encontrar», indica Eduardo Aranda, que hoy a primera hora se reunirá con el subdelegado del Gobierno en Valladolid, para el que solo tiene palabras de agradecimiento por el operativo que se ha desplegado con el objetivo de dar con su hijo.
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