Victorino Martín anota sus impresiones durante una tienta con Emilio de Justo. C. Mata

Faenas históricas con toros de Victorino Martín: De 'Baratero', de Andrés Vázquez, a 'Matador', de Roberto Domínguez

Emilio de Justo espera entrar en la historia de la ganadería con la encerrona del 7 de septiembre en Valladolid

Miércoles, 21 de agosto 2024, 07:15

Para Emilio de Justo la del 7 de septiembre próximo no es una tarde más. Ni mucho menos. No puede, ni debe, serlo. Espera salir catapultado, en un nuevo envite, hacia la cúspide del toreaje. Una encerrona con 6 victorinos no puede ser un ajuste ... más, una corrida más… De hecho, un reto similar al de Valladolid, en la temporada de 2019 en Dax, marcó un antes y un después en su trayectoria en los ruedos.

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Fue, precisamente, un 7 de septiembre, y obtuvo una recompensa de 4 orejas, con un final apoteósico en el quinto y sexto toro. Victorino y Emilio de Justo, unidos en la estela del triunfo. En Cali, en 2021, en plena pandemia, ambos abandonaron el coso a hombros. Tiempo antes, otros espadas han unido su nombre al de los toros de la A coronada para tomar impulso, para consolidar su trayectoria, para consagrarse y lograr el prestigio ansiado… El pionero, aquel Nono de Villalpando, es decir, Andrés Vázquez, con su triunfo con Baratero (1969) en Las Ventas y su encerrona con victorinos en la corrida de la Prensa de 1970. Juan José, quien fuera muchos años director de la escuela taurina de Salamanca, y el soriano José Luis Palomar, éste último en la famosa corrida del siglo, en 1982 en Madrid, son otros nombres que sumar a la lista.

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Y, cómo no, la encerrona de El Capea en Las Ventas, en 1988, o la faena de Roberto Domínguez a 'Matador', también en el coso venteño, en la temporada siguiente, también en la catedral del toreo y en una encerrona, con motivo de la corrida de la Prensa. Desde entonces hasta ahora se pueden encontrar nuevos hitos marcados por los toros cárdenos por excelencia. Entre ellos, la encerrona en 2019 antes citada del propio De Justo. «Me gusta matar los victorinos a lo grande, porque los triunfos con estos toros han sido esenciales en mi carrera, es una ganadería que relanza a los toreros», indica el matador.

Además, completa, «yo quiero seguir vinculado a esta casa ganadera, porque me ayuda a torear cada vez con más calidad, a explorar todas mis capacidades y pone a prueba mi corazón». Un corazón de diestro guerrero, poderoso en su clasicismo pulcro y elegante. Emilio de Justo, que enarbola un alma de espíritu salvaje e indómito, hospedada en el traje de luces, aún espera nuevas batallas para reclamar un puesto de mayor privilegio en el escalafón. Un lugar a su medida, en esa lucha consigo mismo, que es la dimensión última y definitiva de los héroes en su tarea de matadores de toros.

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