La fábrica de Findus en Valladolid afirma que ha reforzado las medidas contra el mal olor

La firma, dedicada a la elaboración de productos de alimentación congelados, subraya que en 2021 realizó «una fuerte inversión para la instalación de filtros de carbono activo para desodorización, así como para cubrir las balsas de homogeneización y evitar la emisión de olores». Además, añade, dos años después se actualizó la gestión de fangos de depuración, a través de un tiempo de espera mínimo del residuo en las instalaciones de la fábrica, y se llevaron a cabo dos limpiezas profundas de las balsas, una en verano y otra en diciembre.

No obstante, Findus España avanza que en su «afán de optimizar su gestión y minimizar el impacto de la fábrica en su entorno» sigue abordando una serie de medidas correctoras «como la utilización de nuevos productos captadores de sulfuros para evitar la generación de olores en el tratamiento de aguas; la instalación de un equipo neutralizador de olor general en el perímetro de la depuradora; la elaboración 'ad hoc' de un Plan de Gestión de Olores y la instalación de contenedores de materia orgánica cerrados».

La empresa acota, asimismo, que la factoría cuenta desde 2007 con la Autorización Ambiental Integrada y cumple «cada año» con los requerimientos solicitados por la administración. También tiene desde el año 2009 la certificación ISO 14.001, además de la certificación Green House Gas Protocol del Grupo internacional Nomad Foods. «El respeto al medio ambiente y el cuidado del entorno en el que opera son pilares fundamentales para Findus España», recalcan, al tiempo que subrayan que la planta obtiene «resultados óptimos» en sus indicadores medioambientales al haber «reducido en el año 2023 la huella de carbono en más de un 12% y reduciendo el residuo orgánico por tonelada en casi un 6%».

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La denuncia vecinal se abordará el próximo lunes en el pleno municipal después de que el PSOE haya presentado una moción para recabar el apoyo de los cuatro grupos municipales en la que se inste a la Junta de Castilla y León, competente en la materia, para que obligue a la compañía a aplicar todas los sistemas necesarios contra esos desgradables efluvios que saldrían de la planta y que los residentes de barrios como La Farola, La Rubia y el Cuatro de Marzo califican de «putrefactos» e «insoportables».

Que este asunto está en la agenda de la Consejería de Medio Ambiente lo confirmó el lunes el propio concejal del ramo en el Ayuntamiento, Alejandro García Pellitero. De hecho, el Consistorio ha remitido a la Junta sendos informes sobre un problema que, según las estimaciones de asociaciones vecinales y del PSOE, estaría afectando a cerca de 10.000 residentes. Según explicó el edil, se está abordando «una revisión de la autorización ambiental concedida en su momento y se les ha dado una propuesta para que pongan en marcha una serie de mejoras técnicas que puedan cumplir mejor con la legislación ambiental».