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Diferente escenario pero la misma esencia. El 12 de marzo se presentó el proyecto 'La vida de Teresa' en la Facultad de Filosofía y Letras, y ahora ha hecho lo propio la de Enfermería. Pancartas y tótems con la cara de Teresa Rodríguez Llamazares, la ... enfermera vallisoletana de 23 años que murió puñalada a manos presuntamente de su expareja, se han extendido este martes a lo largo y ancho de la entrada del edificio de Ciencias de la Salud.
Han pasado cerca de 17 meses desde el crimen y los padres de Teresa continúan recorriendo las facultades vallisoletanas para concienciar contra la violencia machista, de la que fue víctima su hija, «fruto de una lacra sistémica». El sospechoso, César A., de 24 años, continúa cumpliendo prisión preventiva en el centro penitenciario de Saint Giles de la capital belga sin fecha aún para que se siente en el banquillo y rinda cuentas ante la justicia. «No sé nada de Bruselas. Aún seguimos sin fecha para juicio y sin visos de que se celebre pronto», explica Blanca Llamazares, madre de Teresa, que afirma que el juicio es todavía una incógnita tras la solicitud de las pruebas periciales que pidió la defensa del autor confeso del crimen.
Con el proceso judicial en compás de espera, los padres de Teresa Rodríguez no cejan en su demanda de justicia y en su denuncia de que, en estos casos «las víctimas son siempre las mismas, mujeres asesinadas solo por decir 'no' a un hombre». Han sido muchos los compañeros y amigos de Teresa que han llenado esta mañana los pasillos de la Facultad de Enfermería, de la que la joven fue alumna. El proyecto 'La vida de Teresa', continúa expandiéndose por Valladolid con el onjetivo de mantener viva la llama de su recuerdo y apelar a las conciencias sobre la importancia de la lucha contra la violencia sexista.
Como decía Blanca Llamazares en la anterior exposición, que tuvo lugar en la entrada de la Facultad de Filosofía y Letras, «una prueba de ponerme en movimiento contra la violencia de género es estar hoy aquí», Esta mañana ha vuelto a escucharse en la UVA la palabra 'endelea', «un vocablo de origen africano procedente del idioma suajili, que ella solía utilizar y que significa avanzar, continuar, y eso es lo que estamos haciendo», apuntaba la madre de la joven asesinada en su intervención.
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La intención es «solicitar a la Consejería de Educación de Castilla y León y a la Dirección Provincial de Educación que la exposición 'La vida de Teresa' llegue a todos los institutos de enseñanza secundaria de la comunidad porque es en estas edades cuando se puede empezar a realizar el cambio». «La exposición habla por si sola», señala Blanca Llamazares. No solo se pone el foco en las consecuencias de la violencia machista, sino también, como enfatiza la madre de Teresa, en que «la educación familiar y escolar de los más jóvenes es la llave de cambio contra estos comportamientos».
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