Valladolid

El juicio por el asesinato de Teresa en Bruselas continúa sin fecha 16 meses después

La celebración del juicio es aún una incógnita ante la solicitud de nuevas pruebas periciales por parte de la defensa del autor confeso del crimen de Teresa, las cuales se encuentran «a la espera de ser o no aceptadas por la jueza instructora del caso», explica Blanca Llamazares, madre de la víctima, que este lunes, junto a amigos, familiares y representantes de la Universidad de Valladolid (UVa), reclamaba «justicia» en la presentación del proyecto 'La vida de Teresa', una exposición que viene a ser un nuevo intento de los allegados de la víctima de mantener viva la llama de su recuerdo y de apelar a las conciencias sobre la importancia de la lucha contra la violencia machista.

«Desde el asesinato de Teresahace 16 meses, mi marido y yo vivimos solo para eso, hacerle justicia», explica Blanca, que junto a su esposo pretende dar voz a este proyecto para concienciar acerca de la violencia de género y sus consecuencias. «Durante varios meses entre nosotros apenas hablábamos del asesinato, guardábamos la pena todo el día para dentro. Pero poco a poco te das cuenta de que tu tragedia te la empiezan a contar en la radio, en la televisión y lo ves escrito en la prensa», relata refiriéndose a que «hasta que no se trata de tu propio duelo no son temas sobre los que recaiga tu atención».

«Las víctimas son siempre las mismas, mujeres asesinadas solo por decir 'no' a un hombre», destaca la madre, que tras más de año y medio desde la muerte de Teresa ha creado todo un movimiento en torno al caso. Han sido 16 meses en los que Blanca Llamazares ha ahondado más sobre esta causa hasta llegar a la conclusión de que su hija «fue una víctima fruto de una lacra sistémica. En el año 2023 sólo en España fueron ochenta y en lo que va de año ya son seis Teresas asesinadas«, recuerda.

«Me he puesto en movimiento contra la violencia de género y una prueba de ello es el estar hoy aquí», subraya mientras lanza una mirada a las imágenes de la exposición. Además de una multitud de postes que portaban la efigie de la joven, algunos de los presentes han escogido la palabra 'endelea', un vocablo de origen africano procedente del idioma suajili, que ella solía utilizar y que significa «avanzar, continuar», para bordar sus camisetas en el homenaje.

«Hablar del asesinato de mi hija en público me supone un esfuerzo tremendo pero creo que merece la pena, aún tenemos mucho que trabajar», subraya la madre que hace hincapié en que la importancia del tratamiento de estos casos reside en «la educación familiar y sobre todo en el ámbito escolar y académico», especialmente de los más jóvenes, ya que «son ellos los que tienen el poder del cambio contra estos comportamientos».

La madre de Teresa continúa exponiendo que son muchas las relaciones sentimentales que se normalizan a través del amor y control, «y lo que es mucho peor, que nuestras jóvenes llegan a apreciar el control como muestra de entrega de la pareja a la relación», destaca. La directora de la cátedra de género de la Universidad de Valladolid, Dunia Etura, respaldaba las palabras de Blanca y apuntaba que «muchos hombres no perciben la desigualdad y defienden posturas sexistas por la aparición de actores políticos de extrema derecha que han legitimado discursos que nuestra sociedad creía superados».

También lo hacía el rector de la Universidad, Antonio Largo, que ha señalado que «no se puede permitir que la sociedad haga ojos ciegos a estos casos de violencia». Llamazares no ha considerado necesario aportar datos de la vida de su hija en el discurso, ya que cree que «la exposición habla por sí sola».

«El proyecto nace con la idea de sensibilizar y concienciar a la sociedad con el fin de 'yo podría ser Teresa' una vida totalmente normalizada desde que ella llega a España siendo un bebé, pasando por todas las etapas vitales hasta lo sucedido», ahonda Sara Polanco, una de las amigas más cercanas de la enfermera. «A Teresa nos la arrebataron de la manera más cruel, pero nos dejó un legado, 'endelea', ese avanza, sigue y cambia el mundo», señala la amiga de la víctima.

Es por ello que los padres de Teresa han querido hacer una petición en pleno homenaje. «Queremos solicitar a la Consejería de Educación de Castilla y León y a la Dirección Provincial de Educación que la exposición de 'La vida de Teresa' llegue a todos los institutos de enseñanza secundaria de la comunidad porque es en estas edades cuando se puede empezar a realizar el cambio», solicita Llamazares antes de concluir el acto con una frase en símbolo de lucha. «Quien calla otorga, y nosotras ni callamos ni vamos a parar. Endelea: seguir, avanzar».