Valladolid

Una escombrera junto a Santos Pilarica se reconvertirá en un parque de nueve hectáreas

El alcalde, Jesús Julio Carnero, acompañado del concejal de Medio Ambiente, Alejandro García Pellitero, se ha desplazado hasta la entrada de esta zona verde, situada en la rotonda de confluencia entre la calle Universo y la Carretera de Renedo, para presentar esta intervención financiada con fondos europeos dentro de plan Caminos de Biodiversidad, que se gestó con el anterior equipo de Gobierno municipal. La actuación incluye la reordenación de todo el espacio y la plantación de 360 árboles, 1.400 arbustos y dos mil plantas aromáticas.

Según la información facilitada por el Consistorio, también se abrirá una gran pradera renaturalizada de más de una hectárea (11.757 metros cuadrados), así como una red de paseos y puntos de descanso con sombra para que los usuarios puedan sentarse tranquilamente a disfrutar de ella. Entre los aspectos más curiosos de la futura zona de recreo, destaca la construcción de dos charcas artificiales para anfibios, así como varios bebederos para la fauna que pueda hacer escala en El Tomillo.

Este entorno estará de obras durante los próximos seis meses, aunque no lucirá en todo su esplendor hasta la primavera el año que viene, ya que las plantaciones y siembras se aplazarán hasta el próximo otoño-invierno, entre los meses de noviembre y febrero, para garantizar la viabilidad de las diferentes especies vegetales.

Uno de los aspectos clave de la intervención será cómo abordar la acumulación de escombros que durante años ha ido degradando esta superficie. La idea es reaprovecharlos en la obra del parque con lo que los técnicos denominan «valorización 'in situ'». En general, se trata de desechos de la construcción y el proyecto contempla reciclarlos mediante su triturado y cribado para rellenar con ellos los gaviones que darán diferentes formas al terreno, además de utilizarlos como base para la creación de los diferentes paseos peatonales. De esta manera, acota el Ayuntamiento, se evita su transporte y con ellos se reduce la huella de carbono y la contaminación atmosférica.

En el diseño de este parque han participado la Asociación para la Conservación y Estudio de la Naturaleza de Valladolid (ACENVA) y las entidades vecinales del área: Belén, Pilarica y Los Santos- Pilarica, que desde 2016 han intentado mejorar esta zona con intervenciones más humildes. Ahora, con el empujón del dinero de Europa, se pretende culminar a lo grande ese interés ciudadano por recuperar una superficie con altas posibilidades de uso al enclavarse en ella las instalaciones deportivas del mismo nombre y que cada día son utilizadas por decenas de niños y adolescentes que practican fútbol.

El plan para su transformación incluye dos zonas de bosque -uno de ribera y otro con especies mediterráneas-, la creación de una gran pantalla vegetal para separar el parque del intenso tráfico de la Ronda Este (VA-20), así como la construcción de un aula medioambiental para la celebración de diferentes actos relacionados con la naturaleza. Durante la obra, se creará también una red de sendas para garantizar el acceso a todos los puntos de esta zona verde y se colocará mobiliario urbano, principalmente bancos para el descanso e iluminación. Está previsto también la instalación de un pequeño anfiteatro para la celebración de actos al aire libre.

El objetivo final del proyecto, destacan los responsables muncipales, es generar una amplia variedad de hábitats, incluyendo plantas autóctonas que atraen aves, mariposas e insectos polinizadores y que son resistentes al cambio climático. Para ello, la forma de realizar las plantaciones no se plantea con macizos de una solo especie, sino que se trata de crear amplias zonas con especies entremezcladas. Además, se tendrán en cuenta los criterios de ahorro hídrico y mantenimiento diferenciado, minimizando la necesidad de tareas costosas, uso de abonos y productos fitosanitarios. Para las praderas diseñadas se prevé el uso de semillas de especies naturalizadas resistentes a la sequía.

Durante su visita, el alcalde, Jesús Julio Carnero, ha incidido en que con la ejecución de este contrato «se creará una reserva de fauna y flora autóctona mediante la creación de diferentes hábitats, lugares de nidificación, cría o reproducción para la fauna del entorno, disponiendo de un entorno adecuado para otras muchas especies del ámbito urbano y suburbano de la capital vallisoletana».

Ante el anuncio de la posibilidad de que la zona de El Tomillo pueda acoger en un futuro 2.000 viviendas previstas en el PGOU en sustitución de las que estaban previstas junto a la planta de baterías en proyecto de InoBat, Carnero ha explicado que su equipo está estudiando ahora los planes de la empresa. La compañía eslovaca está aún a la espera de recibir las ayudas del Perte para arrancar con la construcción de la planta. Será cuando ese proyecto industrial esté materializado cuando se decida el mejor lugar para aprobar ese desarrollo residencial, según explicó el regidor.