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Empieza a subir el nivel de polen de cipreses, gramíneas y plátano de sombraValladolid
Empieza a subir el nivel de polen de cipreses, gramíneas y plátano de sombraEl mapa con el que la Consejería de Sanidad avisa a los alérgicos de la presencia de polen en la atmósfera abandona el blanco que ... indica detección nula y va cogiendo color.
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De momento, un amarillo claro, que es la tonalidad que pinta un nivel aún bajo, pero que en el caso de Valladolid se emplea ya para especies coníferas de la familia de los cipreses (tuyas, arizónicas o enebros que se emplean con profusión en jardines y parques), para las gramíneas herbáceas y el plántago o llantén, para ortigas y similares y para el plátano de sombra. De este último polen, en Valladolid, se libra en este momento la parte de Tierra de Campos, desde Medina de Rioseco hacia Villalón de Campos y Mayorga. En las últimas campaña, además se está dejando notar el efecto de la contaminación y el cambio climático en las alergias.
Esa es la situación que marca el inicio de la temporada primaveral de pólenes en la provincia de Valladolid. Si se abre el foco y se amplia a toda la comunidad, el de plantas urticarias y cipreses se detecta en todo el territorio de Castilla y León. De las gramíneas 'poaceae' se libran amplias zonas en el sur de Burgos y en el norte de Zamora, en torno a Sanabria, y el área de Miranda de Ebro se salva de momento del plántago. Soria se convierte en la avanzadilla de la presencia de polen de olivo y el de plátano de sombra, además de respetar por el momento el territorio terracampino vallisoletano, tampoco se detecta en la mayor parte de la provincia leonesa, salvo en El Bierzo.
Completa los mapas polínicos para estos días la acedera o rumex, que es una planta de alergenicidad altamente elevada que empieza en este momento una polinización que suele extenderse hasta julio. Las mediciones la detectan en la zona de Miranda de Ebro, en Soria y en el entorno salmantino de Béjar y la Sierra de Gredos abulense.
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Son los primeros indicadores de presencia de polen en una campaña para los alérgicos que se espera a mitad de camino entre moderada e intensa, según la estimación que ha trasladado recientemente la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.
Un invierno de temperaturas más altas de lo habitual y muy pasado por agua dará pie a una mayor presencia de polen y durante más tiempo, aunque menos agresivo porque la abundancia de lluvia aminora el 'estrés' en la planta. Sí avisan desde la sociedad que reúne a los expertos en alergología que en la zona centro de la península, esas condiciones meteorológicas invernales «pueden provocar que los síntomas de la alergia sean más persistentes«.
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