El cronista | Historias de aquí
Los viveros que en verano hacían las delicias de los vallisoletanos del XIXEl cronista | Historias de aquí
Los viveros que en verano hacían las delicias de los vallisoletanos del XIXEl vivero municipal de San Lorenzo, que comenzó a funcionar hacia 1850, fue uno de los jardines más hermosos que tuvo Valladolid en el siglo XIX. También se le conocía como vivero de las Moreras, por su ubicación, en lo que años después se llamó ... paseo de Isabel la Católica, frente a la calle de Pedro Niño, donde se alza la iglesia de San Lorenzo.
Publicidad
Ocupó la huerta, con su noria, del convento de la Trinidad Calzada que había sido prácticamente destruido por los franceses en la Guerra de Independencia. Se extendía desde el puente del Cubo sobre la desembocadura del Esgueva (donde en la actualidad arranca el puente del Poniente), hasta lo que luego sería la Rosaleda Francisco Sabadell.
El lateral que daba al Pisuerga se delimitó mediante arbustos, y en el que daba al paseo de Isabel la Católica se cerró mediante enverjado y murete de piedra. A él se accedía a través de unas puertas montadas coronadas con sendos leones sujetando el escudo de Valladolid, y verjas de hierro, cuyo alzado es aún perfectamente reconocible en el mismo emplazamiento. A su cargo había un guarda con casa construida en el mismo vivero, y una pequeña dotación de obreros municipales.
El vivero de San Lorenzo, además de atender las necesidades de árboles, plantas y flores de los paseos y jardines municipales, era un jardín muy apreciado por el público para pasear, hasta el punto de que a poco de haberse habilitado, se pusieron bancos.
Publicidad
Tan apreciado era, que el 11 de julio de 1872 la prensa llamó la atención porque el guarda del vivero no abría la puerta hasta las 7 de la mañana, «razón por la cual no se ven frecuentados sus paseos en las primeras horas de madrugada». Durante unos años, Valladolid tuvo dos viveros, pues además de este de San Lorenzo, estaba el del Prado de la Magdalena.
El vivero del Prado de la Magdalena (o simplemente del Prado) era el espacio público más visitado en los calurosos meses de verano, cuya fama se remonta a los años de estancia de la Corte en Valladolid (1601-1606). Una gacetilla publicada por El Norte de Castilla el 7 de agosto de 1859 relata cómo la población disfruta del «magnífico vivero de la Magdalena, cuyo sitio es el más apropiado para pasar las noches en estos días de canícula». Relata que está concurrido por toda clase de personas, «incluso de alta alcurnia». Mas, le pone algunos reparos como el que le falta alumbrado y que carece de bancos que le doten de alguna comodidad. El vivero también tenía guarda y casa.
Publicidad
En los primeros años del siglo XX el vivero de San Lorenzo dejó de utilizarse y el Ayuntamiento ya no lo cuidaba, de tal forma que en una crónica de El Norte de Castilla publicada el 13 de julio de 1922, el periodista se lamentaba de que «el vergel de un ayer no muy lejano, es hoy un vasto erial». Y da cuenta de que la noria está herrumbrosa, la arcada de piedra que daba acceso al vivero abandonada y que la verja ha desaparecido: en definitiva «el jardín es ruina, desolación y abandono».
En efecto, a lo largo del siglo XX, sus terrenos sirvieron de escombrera, se utilizaron para ferias agrícolas y de ganado, para doma de caballos por los militares del cuartel de San Benito, se instalaron circos, se hicieron demostraciones sindicales de albañilería, etc. Hasta que el Ayuntamiento lo convirtió en un jardín arbolado.
Publicidad
El cierre del vivero de San Lorenzo supuso aumentar la carga de producción del de la Magdalena, cuya superficie no daba abasto para atender las necesidades de Valladolid, pues había reducido su extensión porque a primeros de los años 50, una parte del Prado se cedió al Ministerio de Defensa para establecer los cuarteles de Intendencia. Para paliar eso, en marzo de 1956, el alcalde José Antonio González-Regueral y Jové ordena que se preparen unos terrenos cercanos al refugio de indigentes, pues tiene interés en que se reanuden con intensidad las plantaciones.
Noticias relacionadas
En realidad, este rincón del Prado de la Magdalena ya se preveía en el plano del famoso Plan Cort de 1936. Entonces todavía no existía el refugio de indigentes, sino la fábrica de papel de Garaizábal, luego, eso sí, reconvertido en el citado refugio, y a finales del siglo XX en su solar se construyó el actual polideportivo Miriam Blasco.
Publicidad
Es el caso que habrá que esperar hasta 1976 para que en el Ayuntamiento, con Julio Hernández Díez como alcalde, se comience a hablar de trasladar los viveros del Prado de la Magdalena a los terrenos que, desde 1936, tenía el municipio en la carretera de Renedo: la finca y palacio de los Power.
Se estimaron en 5,8 millones de pesetas los gastos de cerramiento, construcción de invernaderos, camas calientes y otras obras. En 1977 comienzan las obras y en 1980 se acuerda construir vivienda para el capataz. Mas, las obras se interrumpieron varias veces por falta de presupuesto, y se el futuro vivero se hallaba abandonado, hasta el punto de que sufrió casos de vandalismo y hurtos.
Noticia Patrocinada
En abril de 1978, el concejal delegado de Jardines, Bernardino Vergara Gil, propuso que los viveros llevaran el nombre de Antonio García Quintana, pues fue el alcalde bajo cuyo mandato se compró la finca de los Power. El asunto quedó sobre la mesa. Por fin, en 1982 el nuevo vivero comenzó a funcionar, e inmediatamente se abandonó el del Prado de la Magdalena, que con el tiempo pasó a formar parte de un parque público inmediato a la Facultad de Filosofía y Letras, que se llamó, precisamente, del Vivero.
El vivero de Renedo ocupa unos 22.000 metros cuadrados de la finca de los Power. El resto, incluido lo que queda del palacio, se cedió, sin perder la propiedad, a la Diputación para que construyera el «Valle de los 6 sentidos» un parque de ocio dirigido especialmente al público infantil.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.