
Valladolid desaparecido
El templo donde se reunían los primeros vallisoletanosEn la Iglesia de San Miguel se celebraban las reuniones para tratar los asuntos de la villa y en su presbiterio se guardaba el archivo municipal
Edificada en el siglo XI, probablemente bajo el reinado de Fernando I de León -conocido como 'el Magno' o 'el Grande'-, la primera iglesia ... que tuvo Valladolid estuvo dedicada a San Pelayo. Fue ante todo una iglesia concejil. En ella se celebraban las reuniones para tratar los asuntos de la villa y en su presbiterio se guardaba el archivo municipal. No fue hasta un siglo después cuando cambió su advocación por la de San Miguel. El edificio estuvo en pie hasta finales del siglo XVIII, tras la orden de Carlos III por la que la Iglesia de San Miguel y la vecina Iglesia de San Julián y Santa Basilisa, se unieron en una, estableciéndose en el templo de la antigua Casa Profesa de la compañía jesuítica, pasando a denominarse Iglesia de San Miguel y San Julián.
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Estaba construida totalmente en piedra. Disponía de dos puertas, una al Sur y otra, al Norte. La torre tenía siete campanas: dos grandes, dos medianas, dos pascualejas y un esquilón. La dedicada al pueblo reunía con su toque a los miembros del concejo para que se reunieran al pie de la iglesia. Para su toque y mantenimiento pagaban los contribuyentes 5.000 maravedíes; hasta 1441, cuando se rebajó la cuota a 100 reales. La capilla mayor tenía la imagen de San Miguel en el centro del altar mayor por encima del sagrario. Se abrían varias capillas a las naves del edificio: la del Santo Entierro llamada también de la Concepción, la de Nuestra Señora del Rosario, la de San Juan y la del Crucifijo o la de Santa Ana, entre otras.
Su demolición comenzó en 1777. Por entonces, según los historiadores de la época, el templo se encontraba en estado ruinoso. Se creó una junta de Hacienda de la nueva parroquia, que se ocupó de dejar libre de escombros el solar, gestionar los bienes y la venta o arrendamiento del suelo. «La Junta de Hacienda de la parroquial de San Miguel y San Julián el Real de esta ciudad ha acordado vender los suelos de los edificios que se están demoliendo de las iglesias viejas de San Miguel y San Julián, concedidos por S.M. a beneficio de la fábrica de dicha parroquial. Qualquiera persona o comunidad que quisiera comprarlos ya a dinero, o ya 'a censo enfiteusis', acuda con su memorial al presente secretario de dicha junta, quien admitirá las posturas, que se hagan y celebrará el remate al mejor postor. Valladolid y Mayo, 5 de 1787. Manuel Plaza Isla. Secretario».
El Ayuntamiento se encargó de urbanizar los suelos. En el de San Miguel se creó una amplia plaza pública que conservó el nombre, en recuerdo a la primera iglesia de la ciudad. Rodeada de edificios antiguos, ya desaparecidos, como el Palacio Gardoqui o del conde de Fontanar, considerado uno de los mejores inmuebles señoriales de Valladolid, la plazuela de San Miguel era el centro histórico de la ciudad.
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