Fachada de la iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Valladolid. Fotografía y vídeo: R. Ucero
Valladolid, piedra sobre piedra

El templo que redujo su tamaño para poder construir el actual Ayuntamiento

En el siglo XIX se planeó derribar la iglesia de Jesús Nazareno; aunque finalmente se optó por seccionar su parte delantera y erigir una nueva fachada

Sonia Quintana

Valladolid

Martes, 26 de marzo 2024, 00:13

Se comenzó a construir hacia el año 1665, tras romper la cofradía penitencial de Nuestro Padre Jesús Nazareno con el Convento de San Agustín, donde estaba instalada ésta desde su fundación en 1596. La cofradía decidió entonces construir su propia iglesia. En 1627, Andrés de ... Cabezón, vecino y regidor de Valladolid, ofreció unos solares que poseía en la zona de la Rinconada para que ésta pudiese edificar en ellos su templo, a cambio de ser nombrado patrono. No es, sin embargo, hasta 1663 cuando se lleva a cabo la limpieza del solar y se levantan algunas tapias previas a la obra. El templo fue inaugurado el 3 de abril de 1676. Los arquitectos responsables de la construcción fueron Manuel de Vega y Bernardo Jiménez.

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En 1686 se construyó la sacristía, obra del maestro José Gómez. El 2 de marzo de 1696 se presentó un estudio sobre las obras que aún quedaban por realizarse para la conclusión de la iglesia: «la parte superior y cerramiento, consistente en la cornisa, cañones y bóvedas, además de otras menos importantes, como revoco de fachada y dos nichos o huecos en los muros laterales para colocar las imágenes de la Soledad y del Cristo del Despojo». La iglesia estaba cerrada al culto desde 1694. La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno se trasladó este tiempo a la Iglesia de Santiago. La fachada, de ladrillo rojo y zócalo de piedra, es de 1885 y fue realizada por Joaquín Ruiz Sierra, desde 1876 arquitecto municipal de la ciudad de Valladolid.

En 1879 fue demolido el entonces edificio del Ayuntamiento pero las obras del actual inmueble, obra del arquitecto madrileño Enrique María Repullés y Vargas, no empezaron hasta 1892. Las obras se paralizaron apenas dos años después y Repullés y Vargas mandó derribar lo construido en aquellos meses y modificó completamente el proyecto. Inaugurado, aún inconcluso, el 19 de septiembre de 1908, su obra obligó a realinear las calles Cebadería, Manzana, Jesús y otras. Se planeó incluso derribar el templo, aunque finalmente se optó por seccionar su parte delantera y erigir una nueva fachada. Fue en 1885 cuando se remodeló y se redujo el tamaño el templo para dejar sitio a la nueva Casa Consistorial. Se determinó entonces su demolición parcial y Ruiz Sierra se encargó de cerrar la parte superviviente del edificio con su actual fachada de ladrillo de la calle de Jesús.

Ochenta y seis años antes, el templo había sufrido un importante incendio, en el que se perdieron varias obras de arte. De esta época datan las pinturas en las pechinas, obra del pintor Leonardo Araujo.

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