Tuvo otros nombres, además de cine Castilla. Fue conocido como Cine-Estudio Lumiére o Sala Lumiére. Pero este edificio, ubicado en el barrio Girón, nació a finales de los años cincuenta como Hogar del Productor, un proyecto de Julio González Martín (Peñaranda de Bracamonte 1910- ... Valladolid 2001) e Ignacio Bosch Reitg (Gerona 1910- 1985), arquitectos de la Obra Sindical del Hogar en Valladolid y Gerona respectivamente. Ideado sobre un solar irregular, el Hogar del Productor incluía, en sus 1.892 metros cuadrados, una sala de cine con butacas para 496 espectadores. Su construcción obedecía a la filosofía falangista de centralizar el ocio y el descanso de los obreros, denominados «productores», en un centro específico que estaría regido por el sindicato vertical. Pronto el Hogar del Productor pasaría a ser gestionado por el Frente de Juventudes.
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Sonia Quintana
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Perteneciente al Movimiento Moderno, tiene un vestíbulo doble. En su interior albergaba diversas dependencias, como salas de café, de tertulia, de juegos, aulas, y dependencias administrativas, así como una vivienda para el conserje. El cine fue planteado dentro del concepto de autonomía del nuevo barrio vallisoletano, a modo de ciudad-jardín, con sus propios servicios, que incluyese también un espacio de ocio. Las primeras películas que en él se proyectaron fueron 'Cabaret', de Bob Fosse y 'Esplendor en la hierba', de Elia Kazan. Como Cine Castilla fue inaugurado el 20 de septiembre de 1975. Ofrecía sesiones dobles y continuas a un precio módico, pero también servía como sala de teatro durante las fiestas del barrio.
Tras años funcionando también como sala de exhibiciones, área recreativa y teatro, cerró sus puertas en febrero de 1986. Durante un tiempo sirvió de sede al Centro de Estudios Musicales Castilla. También utilizó sus locales la Asociación de Vecinos y, hasta no hace mucho, el Teatro Corsario. En 2022 la Junta de Castilla y León, propietaria del inmueble desde agosto de 1982, negoció la cesión definitiva, sin rehabilitación, al Ayuntamiento de la ciudad. Este cesión era un deseo del Consistorio vallisoletano desde hacía tiempo. Tomás Rodríguez Bolaños ya intentó la cesión del inmueble al ámbito municipal y León de la Riva también lo intentó sin éxito.
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