Personajes de Valladolid: Alonso de Saravia

Como contino, con un sueldo de 40.000 maravedíes, prestó servicio de armas en la guerra del Rosellón en 1503, después pasó a desempeñar el corregimiento de Logroño y, finalmente, se incorporó a la Corte como maestresala del infante don Fernando, oficio en el que aparece documentalmente consignado en 1518, hasta su despido en enero de 1521 por su adscripción al bando comunero en la Guerra de las Comunidades de Castilla.

Tras la derrota de Villalar, el 23 de abril de 1521, en la que no estuvo presente -andaba por tierras de Palencia-, trató de exiliarse en Francia pero, a principios del mes de agosto, fue detenido en Espinosa de Cervera (Burgos) por unos alguaciles que perseguían a un bandido. Conducido a Reinosa fue reconocido por el corregidor de Béjar y trasladado a Burgos, donde fue juzgado y condenado a muerte, siendo ejecutado el 19 de agosto; exceptuado del perdón real como «prencipal traidor e tirano», a quien los vallisoletanos seguían «como profeta de maldad».

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En el momento de su detención llevaba dos caballos, una mula, una acémila, un sayón y un jubón, ambos de terciopelo, y otro jubón de damasco, ropa blanca, una capa de martas, 150 reales, alhajas y otras muchas menudencias que se dieron como recompensa al corregidor de Béjar que lo reconoció.

Viudo de Francisca de Mendoza, dejó cuatro hijos mayores y otros menores (en número indeterminado) que interpusieron pleito contra el fiscal para recuperar el patrimonio familiar, estimado en unos 10.000 ducados entre bienes propios y gananciales, lo que justificaba que se le tuviese por «caballero rico».