El Palacio de los Vivero o allá donde se casó la realeza
Piedra sobre piedra ·
Los Reyes Católicos firmaron en 1469 los papeles de boda en este edificio, hoy reconvertido en Archivo Histórico ProvincialSecciones
Servicios
Destacamos
Piedra sobre piedra ·
Los Reyes Católicos firmaron en 1469 los papeles de boda en este edificio, hoy reconvertido en Archivo Histórico ProvincialCerca del corazón de la ciudad de Valladolid permanece plantado un palacio en el que -como si de un cuento se tratase- se casaron un príncipe y una princesa. Solo que este dato idílico y de envoltura sentimental recubre un suceso más complejo y ... funcional, aunque de gran importancia política, que pasa casi desapercibido en el Palacio de los Vivero. La edificación resulta mucho más discreta ahora, desprovista primero de sus torreones y luego de sus columnas corintias. Al curtido edificio, que comparte conjunto con otros dos, el del Archivo de la Chancillería y la Cárcel de la Chancillería; solo se le ha regalado últimamente- en 1916- una placa para recordar el matrimonio de Isabel y Fernando, los Reyes Católicos.
El palacio se construyó a mediados del siglo XV para don Alonso Pérez de Vivero, noble que fue vizconde de Altamira y Contador Mayor de Juan II. No obstante, es más conocido por la boda real de la que se han cumplido 550 años el pasado sábado, día 19 de octubre. Los papeles matrimoniales se habían firmado un día antes en su 'Sala Rica'.
La futura reina de Castilla y el que sería monarca de Aragón se habían conocido apenas cinco días antes, también en el Palacio de los Vivero. Los herederos eran primos segundos, así que para poder hacer efectivo el matrimonio usaron una bula papal... falsa, pues iba firmada por el Papa anterior. Por cierto que, posteriormente, el Papa Borgia, Alejandro VI, les concedería una dispensa papal para arreglar la invalidez legal de la boda.
Noticia Relacionada
Así, se trataba una boda secreta por pragmatismo: Isabel tenía varios pretendientes que codiciaban el trono y numerosos notables que querían interferir en su elección matrimonial, todo un asunto de Estado.
La desaprobación más importante venía de su propio hermanastro, el entonces rey Enrique IV, que la había nombrado su sucesora en el tratado de los Toros de Guisando, pero a condición de que no heredara el trono hasta que él mismo muriese y de que fuera él quien decidiese con quién casarla. El rey se encolerizó cuando supo de la boda clandestina e intentó revertir la sucesión para que recayera en su hija Juana (apodada 'la Beltraneja'), pero Isabel acabó por imponerse.
Ya reyes, Isabel y Fernando se hospedaron en el palacio de nuevo en 1475, y repararon con alarma en su excelente fortificación, con foso, torres y murallas. Por ello, en línea con las indicaciones respecto a otros edificios, ordenaron derribar todos los elementos que pudieran suponer una amenaza para su reinado.
Los monarcas parecían recordar el palacio de su enlace, pues más tarde lo compraron con vistas a que fuera Chancillería y Real Audiencia, es decir, para que albergase el Tribunal de Justicia.
Posteriormente, Felipe II lo ampliaría con edificaciones que hicieran las veces de Archivo del Tribunal Supremo y de cárcel. Ya no cambiaría el Palacio de los Vivero de función hasta 1834, en el que pasa a ser Audiencia Territorial. Archivo Histórico Provincial es desde 1994.
Su gótico mudéjar original -observable aún en el artesonado de la Sala Rica- se ha transformado: recubierto con enlucidos, el palacio comprende actualmente dos pisos y elementos como un patio toscano. Las cuatro habitaciones cuadradas en las esquinas de su planta son el mudo testimonio de las cuatro torres que un día mandaron tirar los Reyes Católicos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.