Valladolid desaparecido
Ubicado en la entonces Plazuela Vieja, desde donde nacía la Corredera de San Pablo, el conocido como Palacio del Almirante se levantaba sobre los terrenos que hoy ocupan el Teatro Calderón, la calle Alonso Berruguete y dos casas de la calle Angustias. El caserón, «de ... grandísimas dimensiones», tal y como lo describió el magistrado, político y escritor portugués Tomé Pinheiro da Veiga en 1605 en su obra 'Fastiginia' (en la que describe sus experiencias durante su estancia en la Corte de Valladolid entre abril y julio de 1605) era una casona de dos plantas, con ventanas cerradas por rejas en la inferior y balcones con ajimez gótico en la superior. Lo más llamativo era su portada lateral, con un amplio arco de entrada y enmarcada por un alfiz que, como el ventanal geminado que albergaba en su interior, era de trazado gótico. Este sería el aspecto del palacio tras las reformas realizadas en el siglo XVII que afectaron a la puerta principal.
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Aunque se desconoce la historia de su construcción, en 1426 el palacio es citado con motivo de la fundación del mayorazgo de Alfonso Enríquez, almirante mayor de Castilla y nieto del rey Alfonso XI de Castilla, y su esposa, Juana de Mendoza, siendo esta propiedad sus «casas mayores de Valladolid con su plaza». Delante del palacio había una gran explanada sobre la que, en 1597, se comenzó a construir la Iglesia de las Angustias. La fachada del palacio estaba flanqueada a ambos lados por un torreón en forma de martillo y, según recogió Richard Ford en su 'Manual para viajeros en España y lectores en casa' tenía «curiosas ventanas». En el año 1605 se hicieron una serie de mejoras, entre ellas, una galería cubierta de obra nueva desde la iglesia del Hospital de San Cosme (actual iglesia del Rosarillo) «hasta la torre antigua del palacio para que su excelencia y la familia de su casa pudiese oír misa».
En este edificio nació en 1509 el único hijo del rey Fernando el Católico (viudo de Isabel la Católica) y su segunda esposa, Germana de Foix, sobrina de Luis XII de Francia. El bebé, de nombre Juan, murió a las pocas horas de nacer. El Palacio del Almirante fue residencia de la pareja en aquellos años. En 1756 el palacio pertenecía al conde de Benavente. Aquí murió, el 3 de septiembre de 1764, su hijo, Ignacio Pimentel Vigil de Quiñones, conde de Luna. También nació, el 13 de noviembre de 1844, el poeta y dramaturgo Leopoldo Cano y Masas.
En 1836, a la muerte sin sucesión del conde de Benavente, el palacio pasó a pertenecer al duque de Osuna, Pedro Téllez Girón, quien arrendó una parte a la Diputación Provincial, donde la institución tuvo su sede entre 1850 y 1856. El abandono por la Diputación del entonces llamado Palacio de Osuna aceleró el deterioro del edificio, que fue vendido por el entonces duque de Osuna, Mariano Téllez-Girón, a Diego Morales «por 41.000 duros». Morales se lo vendió a la Sociedad Pérez Calderón y Compañía, que después se transformó en Constructora Castellana, sociedad constituida para levantar el proyecto de un nuevo teatro en la ciudad. El palacio comenzó a ser derribado el 1 de junio de 1863 y en parte de su solar se levantó el actual Teatro Calderón.
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El Palacio de Fabio Nelli, hoy sede del Museo de Valladolid, conserva varios fragmentos de azulejos, rosetones y ataurines que pertenecieron a este Palacio del Almirante vallisoletano, desaparecido hoy hace 160 años.
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