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Los bomberos sofocan un incendio en el comercio Las Damas el 23 de noviembre de 1935. A la derecha, en el número 5, se ve una parte del cartel de Peluquería Casares. Álbum de la familia Martínez

Comercios históricos de Valladolid: Joyería y relojería Martínez

El negocio que nació en la trastienda de la barbería familiar

Donato Martínez Casares abrió en 1931 una peluquería en la plaza del Corrillo. Su hijo Pedro, un cuarto de siglo después, montó su taller de joyería en la parte de atrás del local que compartió con su progenitor hasta 1965

Sonia Quintana

Valladolid

Lunes, 2 de octubre 2023, 00:19

Donato Martínez Casares nació en Valladolid en los primeros años del siglo XX. Casado con Araceli Díaz Rodríguez (Valladolid, 1903), el comerciante vallisoletano se estableció en 1931 en el número 5 de la plaza del Corrillo (hoy número 4). Allí abrió su barbería a la que bautizó con su segundo apellido: Casares. «Lo de Martínez le debió parecer menos comercial», supone su nieto Alberto Martínez García. La peluquería compartía entonces plaza con la hojalatería de Florencio de la Rosa y la tienda de ropa de Heliodoro Cuadrado, Las Damas. «A mi abuelo le gustaban, entre otras cosas, la música y lo toros; y organizaba tertulias de estos temas en la trastienda», cuenta el menor de sus nietos y actual inquilino del local del comercio de la familia Martínez.

El matrimonio tuvo tres hijos: Rafael, Alfonso y Pedro. Fue el pequeño, Pedro Martínez Díaz (Valladolid, 1932) quien, en 1956, tras casarse, abrió un pequeño taller de joyería en la trastienda de la barbería de su padre. «El local no tenía nada que ver con lo que es en la actualidad. Al taller de mi padre se accedía por el portal y dentro del portal, en el lado izquierdo, había también un escaparate», explica Alberto Martínez García quien, junto a su hermano mayor Pedro, tomó el relevo de su padre en la joyería.

Tras la jubilación de Donato, en 1965, se cerró la peluquería. «A nuestro tío Alfonso se le daba muy bien cortar el pelo pero no siguió con el negocio», explica Alberto Martínez. Entonces Pedro y Rafael, los otros dos hermanos, ampliaron al resto del local el negocio de joyería que Pedro había instalado en la parte de atrás nueve años antes. Pedro siguió con la joyería y Rafael se especializó en relojería. Tras una importante reforma abrieron la Joyería y Relojería Martínez en 1965.

Alberto Martínez Díaz, a la puerta de su comercio. Rodrigo Ucero

Pedro Martínez Díaz fue miembro fundador del gremio de Joyeros, Plateros y Relojeros de Valladolid. Casado con Candelas García Arranz, el matrimonio tuvo dos hijos: Pedro y Alberto, quienes junto a su prima Teresa, hija de Rafael, dieron durante años continuidad al negocio familiar. «En 1989 hicimos una gran reforma y se cerró el taller de joyería, dedicándonos desde entonces únicamente a la venta; aunque seguimos haciendo también arreglos», señala Alberto, último propietario del comercio, que cerrará sus puertas definitivamente el próximo mes de noviembre. «Me ha llegado la hora de la jubilación y el negocio de la joyería no es lo que era. La gente ya no invierte en oro. Se vende relojería, plata y bisutería, pero el oro ha ido decayendo», se lamenta Alberto, quien bajará la persiana de este histórico comercio en un mes.

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