El nacimiento de las nuevas facultades de Valladolid en los años 80

La instalación de los campus universitarios Esgueva y Miguel Delibes en la zona noreste de Valladolid, ha sido uno de los cambios de rumbo urbanístico y dotacional más trascendentes en la ciudad.

El Plan General de Ordenación Comarcal, aprobado por el Ministerio de la Vivienda en 1970, conocido como plan Mesones, por ser elaborado por el arquitecto Javier de Mesones Cabello, preveía un enorme crecimiento hacia el sur y oeste de la ciudad, donde se planteó el mayor crecimiento de suelo residencial, mientras que el este y el norte lo dejaba para uso industrial, aunque no solo. De ahí que se acelerara la segunda fase de Huerta del Rey, y se aprobaran el plan parcial Parquesol y Arturo Eyries.

Entre las previsiones que hacía el Plan Comarcal, habida cuenta del crecimiento que proponía hacia el sur y oeste, se encontraban las parcelas para la ubicación de las nuevas facultades universitarias que ya estaban en ciernes, en las inmediaciones del suelo que hoy ocupa el estadio José Zorrilla, incluyendo parcelas del municipio de Zaratán.

El gobierno municipal salido de las primeras elecciones democráticas de 1979, planteó que había que modificar aquel rumbo urbanístico tan desequilibrado, en un contexto, además, de fuerte contestación vecinal a aquel modelo de desarrollo que arrastraba Valladolid, caracterizado por la especulación, la carencia de dotaciones, y una deficiente urbanización de los barrios obreros. Por lo que una de propuestas que puso sobre la mesa el gobierno PSOE-PCE fue la ubicación de las nuevas facultades universitarias previstas en la zona este de la ciudad.

Manuel González, teniente de alcalde, fue uno de los motores de aquella reorientación. Había ejercido el sacerdocio en la parroquia de Nuestra Señora del Pilar (Pilarica), y conocía muy bien las carencias de esta parte de la ciudad, entonces prácticamente suburbial.

Para ello, se empleó a fondo tratando de convencer a las autoridades universitarias de la conveniencia de esta otra ubicación, presididas por el rector Alfonso Candau Parias, que no compartía las pretensiones del Ayuntamiento. No obstante, el nuevo Plan General de Ordenación Urbana que comenzaba a pergeñarse a partir de 1979, aprobado definitivamente en 1984, ubicó el suelo para el necesario crecimiento de la Universidad en terrenos colindantes con los barrios Belén y Pilarica.

A tal fin, el Ayuntamiento compró los terrenos de la Granja Terra, y las fincas de los Molero y los «Lecherines», a los que más tarde se unió la finca de los Ingleses para el desarrollo del Campus Miguel Delibes.

El día 23 de octubre de 1982 se puso la primera piedra de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Tomás Rodríguez Bolaños, como alcalde, y Justino Duque Domínguez, rector de la Universidad, presidieron el acto al que se le dio una especial relevancia. El primer espacio para las nuevas facultades se bautizó más tarde como Campus Esgueva.

El mismo día de la colocación de esta primera piedra de Económicas ya se anunció que en breve plazo comenzarían las obras del edificio que albergaría la Escuela de Ingenierías Industriales.

Se preveía un plazo de ejecución de veinte meses y, desde el principio el proyecto arquitectónico y urbanístico del entorno de la facultad ya incluía la colocación de una escultura de Vicente Larrea Gayarre que es, efectivamente, la que está colocada en el anfiteatro al aire libre habilitado detrás del edificio. Salvador Gayarre, Juan Martín y Tomás Domínguez del Castillo fueron los arquitectos que firmaron el proyecto.

En ese tiempo las aulas de Económicas se ubicaban en dependencias del Seminario Menor, en la Rondilla. Desde que en 1975 se comenzara a impartir esta especialidad en Valladolid (era la única facultad en Castilla y León), los dos primeros años las clases se dieron en el INEA (Instituto Nevares de Empresarios Agrícolas), cuyo alquiler lo pagaba el Ayuntamiento, y dos años más tarde el alumnado comenzó a recibir clases en el citado Seminario.

El curso 1984-1985 comenzó aún en las viejas dependencias, con la esperanza de que en noviembre las clases ya se impartieran en la facultad de la avenida del Valle Esgueva. Pero hasta abril de 1985 –comienzo del tercer trimestre- no se iniciaron las clases en la nueva facultad: habían pasado 29 meses desde que se puso la primera piedra. El rector de la Universidad era Fernando Tejerina.

El día 10 de abril, los casi 2.500 alumnos, 68 profesores y 15 trabajadores de administración y servicios (PAS), tomaron posesión del nuevo edificio. Y Justino Duque, rector de la Universidad cuando se colocó la primera piedra de la facultad, fue nombrado decano Honorario Perpetuo de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.

El número de alumnos y alumnas de la Facultad, que ha llegado a tener el doble de los matriculados aquel año de 1985, en la actualidad ronda los 1.300.

A continuación -octubre de 1986- abrió sus puertas la Escuela de Ingenierías Industriales, y el Aulario construido entre Económicas e Industriales comenzó a prestar servicio en enero de 1993. Además de servir de sala de estudio, se habilitaron dentro aulas para desahogar las dos facultades colindantes.

En definitiva, fueron las tres primeras dependencias universitarias que se levantaron en la orilla derecha del río Esgueva, no muy lejos de la antigua Facultad de Ciencias –en el prado de la Magdalena- que se había inaugurado en 1969. En la actualidad ese edificio, reformado es una de las sedes (llamada Doctor Mergelina) de la Escuela de Ingenierías Industriales, y la Facultad de Ciencias se trasladó al Campus Miguel Delibes.

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