Estado del edficio ubicado en el número 29 de la Carretera de Rueda en los años noventa. G. Villamil
Valladolid, piedra sobre piedra

El hotel de recreo del señor Boj en La Rubia

La Quinta Ana Mari fue construida en 1932 por el comerciante vallisoletano Miguel Boj Esteban. Desde 1999 alberga la comisaría del Distrito Cuatro de la Policía Municipal de Valladolid

Sonia Quintana

Valladolid

Martes, 17 de mayo 2022, 00:03

Zaguán alicatado, puerta de entrada tallada en madera, escalera interior con barrotes de madera torneados, lavadero con pilas de piedra, balcón con balaustrada de forja, artesonado de madera en el salón... «Debió de ser una casa de auténtico lujo y categoría en su época», reza ... un informe del Departamento de Arquitectura del Ayuntamiento de Valladolid realizado en 1989 sobre la edificación enclavada en el número 29 de la Carretera de Rueda, reconvertida hoy en comisaría del Distrito Cuatro de la Policía Municipal de Valladolid.

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Conocida como Quinta Ana Mari la casa data de 1932. El actual inmueble era el edificio principal de la finca de recreo que el comerciante vallisoletano Miguel Boj Esteban –de Collado, Boj y Falcón: manufacturas de ropa para caballero y niño y venta al por mayor y menor– tenía en el barrio de La Rubia (en el siglo XX paraje donde las clases pudientes vallisoletanas levantaban sus quintas y villas para el verano).

Rodrigo Ucero

Además del edificio principal, en la época llamado hotel de recreo, la finca contaba con otra vivienda unifamiliar destinada a los guardeses, un garaje, lavadero y cobertizos. La casa del guarda «de características constructivas similares a las del edificio principal, si bien con mucha menor riqueza de materiales y decoración» fue mandada edificar en 1933 por el comerciante –una persona muy querida y que «gozaba de grandes simpatías por su caballerosidad y trato afable y cariñoso» en Valladolid, tal y como recogía El Norte de Castilla en una crónica de los años cuarenta–; el mismo año que solicitó una licencia municipal para construir también el gallinero y el lavadero. La cochera no se edificó hasta 1937.

En honor a su nieta mayor

El matrimonio formado por Miguel Boj Esteban y María Orrios Millán tuvo una sola hija: Ascensión Boj, quien heredó la propiedad a la muerte de su padre, fallecido el 16 de septiembre de 1942 en Barcelona a los 59 años de edad. Casada con Leónido de la Mano Salgado, capitán de Infantería, la pareja tuvo cinco hijos: Ana María, Miguel, Antonio, Ascensión y José María. La Quinta, que en la actualidad ocupa un terreno de casi mil metros cuadrados, fue bautizada por sus abuelos con el nombre de su nieta mayor: Ana Mari (la única de los cinco que había nacido cuando se construyó el edificio en 1932). Incluido en el Catálogo de Bienes Protegidos de Valladolid desde 1993, el edificio tiene una superficie de 510 metros cuadrados (150 metros por cada una de las tres plantas) más los 60 metros cuadrados del torreón.

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Se mantuvo en la familia Boj hasta que la propiedad pasó a manos del Ayuntamiento de Valladolid en 1994. En 1989 el Plan General de Ordenación Urbana cambió el uso de esta parcela a dotacional y años después Ascensión Boj llegó a un acuerdo con el Consistorio para permutar la parcela y el chalet por una parcela, propiedad municipal, en el Plan Especial de Reforma Interior (Peri) Hemalosa; en la calle Júpiter esquina con Comuneros de Castilla. Además la heredera tuvo que pagar al Ayuntamiento vallisoletano 1.479.520 de pesetas (unos 9.000 euros).

El edificio estuvo sin uso hasta 1996 cuando el Consistorio, tras años de abandono, decidió rehabilitarla y destinarla al uso que tiene actualmente: sede de la policía municipal. Las obras de reforma obligaban a respetar el interior y lo máximo posible del exterior. Entre otras cosas cambió el color de la fachada de tierra y oro a blanco y azul.

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