Valladolid desaparecido
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El 20 de noviembre de 1891 el Diario Oficial del Ministerio de la Guerra publicó una Real Orden por la que se autorizaba a crear en Valladolid un colegio para acoger y educar a los huérfanos de generales, jefes y oficiales de Caballería, que estaría ... situado en la Academia de Caballería, cosa que no fue posible. Se acordó instalar a los chicos en el edificio del número 8 de la calle Chancillería (hoy parte de la Casa del Estudiante) y a las chicas, tres, con las dominicas francesas, en la calle Santiago. El Colegio de Chancillería se inauguró el 25 de Julio de 1892, festividad de Santiago, patrón de Caballería. Contaba con cinco huérfanos.
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Sonia Quintana
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Pronto el inmueble se quedó pequeño y el Consejo del Patronato pensó en trasladar el colegio a Zaragoza. El Ayuntamiento de Valladolid hizo las gestiones oportunas para impedirlo y ofreció los edificios y terrenos de la antigua fábrica de tejidos de algodón La Vallisoletana, situados en la calle Muro (antes el Callejón de los Toros), un extenso polígono irregular de 31.261 metros cuadrados. Inaugurada a principios de 1857, dos años después pasó a llamarse Príncipe Alfonso. Contaba con 5.000 husos y 84 telares movidos por una máquina de vapor. «Era la única fábrica de Valladolid que producía indianas», tal y como recoge la 'Enciclopedia de la Industria y el Comercio de Valladolid'. En 1864 trabajaban en ella 420 personas y los telares mecánicos habían aumentado a 154. «El algodón llegaba a Castilla en los retornos de los barcos que exportaban harinas y ello, unido al Canal de Castilla y posteriormente el tendido del ferrocarril, otorgó a esta zona una posición aventajada a la hora de adquirir esta materia prima».
Se realizaron los trabajos de acondicionamiento necesarios para el colegio, las zonas de recreo y campos de deportes y el Ayuntamiento construyó un taller de imprenta y encuadernación para dar formación profesional a los huérfanos y tener así otra fuente de ingresos. El edificio del Colegio de Santiago en Valladolid se inauguró en septiembre de 1908 con una capacidad para 150 huérfanos. Treinta años después quedó muy dañado por un bombardeo. La reconstrucción tardó unos años en realizarse. En 1950 el Patronato mandó a todos sus alumnos de Bachillerato a los colegios de huérfanos de Madrid. El viejo edificio fue demolido en 1971, inaugurándose en 1976 uno nuevo en el mismo solar, ya como Residencia Universitaria.
El edificio, propiedad del Patronato de Huérfanos del Ejército, entidad benéfica privada que se creó hace 150 años para acoger a los hijos de militares fallecidos en los conflictos bélicos en los que participaba España, consta de siete plantas en altura más una planta sótano. La residencia Santiago cerró a finales de 2022.
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