Rodrigo Ucero
Valladolid, piedra sobre piedra

La casa vallisoletana de los hermanos del rey Boabdil

Conocida hoy como Casa Revilla, perteneció en el siglo XVI al infante Juan de Granada. Un siglo después vivió en ella unos meses Catalina de Erauso, conocida como la 'monja alférez'

Sonia Quintana

Valladolid

Martes, 31 de mayo 2022

Hijo de Muley Hacén, sultán del reino nazarí de Granada (a quien se le debe el nombre del pico más alto de la Península Ibérica) y de la esclava cristiana Isabel de Solís (consorte del emir desde 1474), Nair se asentó en Valladolid, en los ... albores del siglo XVI, junto a su hermano Sair. Hermano, por parte de padre, de Boabdil, quien entregó Granada a los Reyes Católicos, Nair (rebautizado ya como Juan de Granada) ejerció en Valladolid el cargo de capitán general. Estuvo casado, en primeras nupcias, con Beatriz de Sandoval —nieta del I conde de Castrojeriz—, y en segundas, con María de Toledo y Monzón. De su primer matrimonio nacieron tres hijos: Juan, Gerónimo Bernardino y Magdalena.

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Juan y su hermano Fernando (nacido Sair) fueron propietarios del inmueble de la calle Santa Clara (hoy Torrecilla), esquina con la calle de la Ceniza (hoy Fray Luis de Granada) –conocido entonces como Casa de los Infantes de Granada–, hasta que dividieron sus propiedades y se lo adjudicó Juan. Al morir su primogénito sin descendencia, la propiedad pasó a su segundo hijo, Gerónimo Bernardino, quien, junto a su esposa, Cecilia de Mendoza, establecieron en ella su patronazgo. De aquella época databan elementos de estilo mudéjar como «una galería formada de caprichosos arabescos, en el patio de la casa, en la que también se admira un rico artesonado a la subida de la escalera».

En 1846 sus propietarios decidieron desmontar el torreón que poseía la casa y que había dado nombre a la calle Torrecilla

Bernardino tuvo a su vez dos hijos, Juan y Hernando. A Juan le correspondió el mayorazgo. A la muerte de los hermanos, los herederos del mayorazgo vendieron en 1608 la casa a Luis de Mercado y su mujer Leonor de Peromato. Apenas unos años antes, entre 1601 y 1606, estando la Corte en Valladolid, vivió en ella algún tiempo, al servicio de don Juan de Idiáquez, secretario y consejero de los reyes Felipe II y Felipe III y presidente del Consejo de las Órdenes, un mozo llamado Francisco de Loyola, cuyo verdadero nombre era Catalina de Erauso, conocida como la 'monja alférez'. La joven había llegado a Valladolid desde Vitoria huyendo de su padre. La casa fue heredada por Juana, hija del matrimonio, quien se casó con Pedro Antonio de Velasco y Fajardo. Más tarde la casa paso a ser conocida 'de los Velasco'. En aquella época su propietario era Pedro Silvestre Velasco Chacón y Fajardo, corregidor de Medina del Campo. A su muerte, en 1742, el mayorazgo pasó a su prima Josefa Velasco.

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Fue en el siglo XVIII cuando los Velasco emparentaron con los Revilla, pasando con el tiempo la propiedad a estos. Después, los marqueses de Revilla enlazaron con los condes de Cancelada y estos a su vez con los marqueses del Duero. Pero la casa siguió siendo conocida ya como 'de los Revilla'. En 1846, debido a su mal estado, los condes de Cancelada decidieron desmontar el torreón que poseía la casa, y que había sido el origen del nombre de la calle de la Torrecilla. En 1852 Manuel de la Cuesta, rector de la Universidad, compró el edificio a los condes. Al fallecer éste, la casa pasó a su hija Dolores de la Cuesta y Polanco, casada con Francisco Cossío y Salinas. Cuando falleció su nieto Francisco, último propietario, fue adquirida por el Ayuntamiento para destinarla Casa de Cultura.

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