Hotel Imperial: de casa de banqueros a fonda en Valladolid

Los hijos de Rodrigo de Dueñas, Francisco y Bernardo, heredaron la propiedad a partes iguales. En 1565, Francisco vendió su mitad a la Compañía de Jesús de Medina del Campo desconociéndose lo que hizo su hermano con la otra mitad; y en 1577 el canónigo de Plasencia, Alonso Carvajal, compró la casa a la Compañía de Jesús, convirtiéndose en su nuevo propietario.

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Sito en la calle Correos, este edificio, de finales del primer tercio del siglo XVI, sufrió en 1588 su primera gran reforma. Carvajal la reedificó, cambió la escalera y las puertas, y se la vendió al banquero Juan de Ibarra, que la amplió con la finca colindante. La hija de este banquero, María, se casó en 1597 con Juan Gallo de Andrada y Guedeja, quien acabó heredando las propiedades de los Ibarra. Y así es como entra este inmueble en el patrimonio de la familia Gallo de Adrada. Tras varias generaciones, en 1848, Jacobo de Ayala Íscar (descendiente de los Gallo de Andrada) la vendió a Francisco López Santiago, el cual convirtió la casa en fonda. La hospedería, denominada 'Fonda del Peso', fue regentada fue regentada por su esposa, Juana Quevedo.

Años después cambió el nombre por Hotel de la Iberia. En 1904 se condenó la puerta principal de calle de Correos y se le dio entrada por la calle del Peso. Desde el 1 de febrero de 1914 pasó a denominarse Hotel Imperial, nombre que mantiene en la actualidad. Las columnas toscanas de su patio, hoy salón principal del hotel, sostienen algunos de los capiteles renacentistas más bonitos de Valladolid.