Valladolid, piedra sobre piedra

La casa donde residió El Empecinado durante su destierro vallisoletano

Retratado por Goya (el cuadro es propiedad del Museo Nacional de Bellas Artes Orientales de Tokio) e inmortalizado por Benito Pérez Galdós en la novena novela de la primera serie de sus 'Episodios nacionales', El Empecinado residió en Valladolid capital durante su primer destierro, en el edificio que hoy ocupa el número 9 de la calle que lleva su nombre. Restaurado completamente en 1996, del inmueble original se conserva parte de la fachada de piedra y el patio interior. Cada 19 de agosto, el Círculo Cultural El Empecinado realiza frente a esta casa un acto que conmemora la muerte del guerrillero, fallecido en la localidad burgalesa de Roa en 1825. El próximo año se celebrará el 200 aniversario. Los restos de este militar vallisoletano, considerado héroe de guerra por su papel en la lucha contra la invasión francesa y el absolutismo de Fernando VII, descansan en un mausoleo en Burgos capital.

Blasonado con un escudo de armas en la fachada, del edificio de tres plantas actual, destacan los capiteles del patio interior. Desterrado a Valladolid al ser considerado un «enemigo liberal» del rey, en 1820 El Empecinado volvió a las armas para unirse al levantamiento de Riego en contra de las tropas realistas.

En el Museo del Ejército se conservan, entre otros objetos, el trabuco, el sable, el cuerno de la pólvora, un sello y las llaves de la urna donde están sus restos, así como una copia del testamento a la que le falta un trozo de papel con el que cuentan, se lió su último cigarro. Sus familiares encontraron estas pertenencias en la casa natal de Castrillo de Duero. El Empecinado tuvo cuatro hijos, todos fuera de su matrimonio con Catalina de la Fuente. Su descendencia más conocida fue la que quedó arraigada en la zona de Castrillo, la de su hermano Manuel.