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Construida en 1602, la Casa de Chirimías de Valladolid es la primera documentada en España. Se encontraba situada al lado de un puente sobre la Esgueva (conocido como el 'puente de las Chirimías' o 'puentecillo largo') que había en el centro del Prado de la ... Magdalena, lugar de recreo de los vallisoletanos, los domingos y, especialmente, los meses de verano. El escritor y político portugués Tomé Pinheiro da Veiga, autor de 'Fastiginia', obra donde narra sus experiencias durante su estancia en la Corte de Valladolid -entre abril y julio de 1605- dejó escrito: «Entrase al Prado por muchas partes y principalmente por el puente de piedra, donde luego está la carrera de los Caballos... y la casa de las chirimías, que es pintada y hecha solamente para alegrar a la gente los días festivos». Debía su nombre al instrumento musical de viento madera, precursor del oboe, y similar a la dulzaina, consistente en un tubo ligeramente cónico, con nueve o diez orificios y una boquilla con lengüeta doble llamado chirimía.
Otros edificios desaparecidos
Al tiempo de la construcción del templete se contrató un grupo de músicos para que tocaran en él, tal y como se recoge en el mes de marzo de aquel mismo año en el libro de actas de la ciudad, por entonces capital del Imperio y sede de la Corte con Felipe III: «Este día cometieron a los señores Hierónimo de Villasante y don Luis de Alcaraz, regidores, para que con el señor corregidor concierten con los ministriles el salario que será bien darles porque asistan todos los domingos y fiestas del verano a tañer en el prado de la Magdalena y otras partes donde les señalaren, y ansí mismo para que vean que sitio será bien en el prado de la Magdalena donde estén tañiendo, de manera que se goce de la música todos los que anduvieren en el prado. Y en el sitio que así señalaren hagan hacer una torre alta a donde estén».
Y así se levantó este pabellón de la música, hoy desaparecido, cerca de la esquina de la calle Sanz y Forés con Real de Burgos. «En el prado de la Magdalena (...) se haga hacer luego un corredor donde estén tañendo, cerrado con su llave, con todo ventanaje por todas partes, encima de la fuentecilla questa en el dicho prado de la Magdalena». El edificio era una especie de galería cubierta con ventanas por todas partes donde se colocaban los músicos o ministriles, de características similares al que se conserva hoy en la ciudad de Granada, en un lateral del Paseo de los Tristes. Este edificio fue declarado Patrimonio Histórico Andaluz por la Junta de Andalucía en 2006. Del de Valladolid se decía que cada vecino tenía una teja (pieza con la que estaba recubierto el tejado); para expresar que el inmueble era propiedad municipal.
En 1740 la Casa de las Chirimías volvió a reedificarse, reinaugurándose el 24 de junio de aquel año. «Derribaron la dicha casas de las Chirimías y la volvieron a reedificar, y el día de San Juan, aunque no acabada de todo punto, se estrenó, y la noche antes estuvieron en ella las comediantas y tuvieron un sarao y la noche de San Pedro hicieron a un mismo tiempo aquella plaza con sus asientos; se dio todo acabado con sus armas y balcones el último paseo que fue el día de la Magdalena», recogió el vallisoletano Ventura Pérez en su 'Historia de la mui noble y mui leal ciudad de Balladolid, recojida de varios autores en este año de 1759'. el edificio fue demolido definitivamente en 1880, durante la trasformación urbana de esta zona de la ciudad. El historiador y arquitecto municipal vallisoletano Juan Agapito y Revilla recordaba de ella sus «escudos en piedra de la ciudad, ya convertida en vivienda del guarda de aquel paraje y depósito de herramientas y útiles del trabajo propios de los que allí se realizaban». El Archivo Municipal de Valladolid conserva el expediente instruído en 1875, a instancia de Aniceto Rodríguez, guarda del Prado de la Magdalena, que solicitaba permiso para habitar en la Casa de las Chirimías.
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