
«Es muy duro ver que los pacientes están esperando solos en Urgencias»
María Alcalde, enfermera en el Hospital Clínico ·
Admite que vivió los primeros días con «incertidumbre», pero aunó fuerzas con sus compañeros y ahora son «casi una familia»Secciones
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María Alcalde, enfermera en el Hospital Clínico ·
Admite que vivió los primeros días con «incertidumbre», pero aunó fuerzas con sus compañeros y ahora son «casi una familia»A María Alcalde, enfermera palentina de 31 años y residente en Valladolid, le cambiaron hace «algunos meses» de turno en el Hospital Clínico de la ... capital vallisoletana. Después de «varios» años en las Urgencias de Pediatría del citado centro hospitalario, le trasladaron al mismo área, pero para atender a adultos. Cuenta que se tomó el cambio «bastante bien» y ahora, de no estar en primera línea de fuego para luchar contra la pandemia del coronavirus, «no entendería» su trabajo. «Me siento bien ayudando a la gente;creo que aporto todo lo que sé y tanto yo como mis compañeros estamos dando lo mejor de nosotros mismos, todo bajo la gran labor de los coordinadores», afirma.
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Vivió con «incertidumbre y ansiedad» los primeros días del estado de alarma porque se trataba de una situación «completamente desconocida para todos», pero la unión hizo la fuerte entre el personal sanitario y aunaron ánimos y esfuerzos para remar «más juntos que nunca» en la misma dirección. «Nos hemos unido mucho, somos casi como una familia; si no nos apoyamos entre nosotros esta situación sería insostenible», asevera. Revela, además, lo que se les pasó por la cabeza en esos primeros instantes de tensión. «Pensamos:'O tiramos nosotros del carro o esto se hunde; hay que hacerlo por esa gente'. Y nos hemos vuelto inseparables», continúa.
Asimismo, reconoce que, «dentro de lo que cabe», se siente «segura» en el trabajo. Sabe que corre el riesgo de contagiarse de coronavirus porque está «constantemente expuesta», pero reitera una y otra vez que están «lo mejor que se puede, dentro de las circunstancias». «Por suerte estamos bien;se tomaron medidas a tiempo y de momento sí que tenemos medios de protección», apunta, al tiempo que añade que «al principio también hubo incertidumbre por si no teníamos, pero la verdad es que siempre hemos tenido y estamos seguros».
«Evidentemente», explica, «en cualquier momento te puedes contagiar porque entras en contacto con algo que no deberías», pero Alcalde reconoce estar «tranquila» por las medidas de seguridad que lleva a cabo. «El miedo a contagiarte está ahí; a lo largo del día entras en contacto con mucha gente y la mayoría con síntomas, pero no puedes pensar en ello», indica. El motivo, tal y como señala, es porque, de lo contrario, le resultaría «prácticamente imposible» trabajar. «Tienes que relajarte, tomar las precauciones que nos indican, que yo creo que están en lo correcto, y pensar en ayudar y salvar a esa gente, que nos necesitan más que nunca. Como pienses en que en cualquier momento te contagias no vas a trabajar, y tampoco es justo por toda esa gente que está confiando en ti, en que le salves o le digas qué es lo que le pasa», subraya.
Comenta Alcalde que uno de los momentos «más duros» que ha vivido desde que se decretara el confinamiento tuvo lugar durante los primeros días. Un joven llegó a Urgencias con síntomas de Covid-19 y a esta palentina se le hizo un «nudo en el estómago». Se había hecho a la idea de que, por el hecho de ser joven, el riesgo era «mucho menor», pero la realidad le dio de bruces. «Pensábamos que iba a ser todo gente mayor, pero no. También hay gente joven, es verdad que hay menos, pero al principio, cuando veías algún caso así, inevitablemente te llegaba al alma», apostilla.
No obstante, «sin duda», incide, «lo peor» es ver cómo los pacientes llegan solos a la sala de espera (aunque, dice, «no están así prácticamente nada») y tienen que aguardar a que les atiendan. «Es duro, da mucha pena. Sí que es verdad que la mayoría tiene sus teléfonos móviles y contactan con el exterior, pero no es lo mismo», asevera.
Todo aquel que llega al Hospital Clínico Universitario de la capital con síntomas de haber contraído el coronavirus sigue el mismo procedimiento: pasa por una «zona de clasificación» habilitada para la ocasión y ahí les dictaminan si son sospechosos o posibles sospechosos de contagio. Seguidamente, según cuenta Alcalde, «pasa a equipos y se le hacen las pruebas que precise». Si fuera necesario ingresaría en el centro hospitalario y, en caso contrario, «se le manda a casa con una serie de recomendaciones que debe cumplir». Eso sí, si su situación empeora «tienen que volver a venir». «La verdad es que creo que nos organizamos bien; estamos todos coordinados y no veo que haya un colapso en las Urgencias, creo que lo estamos llevando bien».
Ahora, añade, solo queda «ser positivos y pensar que de todo se sale». Lo primero que va a hacer, comenta, es dar un abrazo a sus familiares, residentes en Palencia. «Les echo muchísimo de menos; es complicado tener a la familia y a mi novio lejos y saber que estás expuesto y puedes contagiarte», concluye.
Las mañanas en Urgencias del Hospital Clínico de la capital vallisoletana son, por lo general, «más calmadas». Apenas acuden un tercio de las personas que, a lo largo del día, acuden al citado centro hospitalario en busca de una respuesta sobre sus sospechas de haberse contagiado de Covid-19. Hasta las once de la mañana hay un «parón», pero desde ese momento y durante todo el día el goteo es constante. Muchos, explica la enfermera palentina María Alcalde, proceden de Atención Primaria. Otros, sin embargo, se detectaron algún síntoma y van hasta allí «para asegurarse y descartar».
Uno de sus trucos para irse «más animada» a casa cuando termina su jornada laboral es tratar de «visualizar la luz al final del túnel». Reconoce que «no es fácil porque aún queda», pero confía en que más pronto que tarde se empezarán a ver resultados. «Queremos ver la luz; creo que podremos con ello, y si la gente lo sigue haciendo como hasta ahora, quedándose en casa, yo creo que se puede», afirma. «Hay días que te vas con un pequeño rayo de esperanza porque ha venido poca gente a Urgencias, pero al día siguiente se vuelve a llenar la sala de espera», lamenta esta enfermera.
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