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Valladolid
Dos 'muertos' urbanísticos estrechan la conexión entre los túneles de Delicias«La verdad es que ha quedado bien, mejor de lo que estaba, desde luego, pero aquí tenemos estos muertos...», suspiraban ayer por la mañana ... el hostelero y los clientes del bar Duomo, un negocio con vistas a la recién remodelada unión peatonal entre los túneles de Labradores y Panaderos, en alusión a los restos de dos viejos edificios que, en efecto, bien pueden calificarse de muertos urbanísticos y que estrechan los pasos peatonales entre las calles Mallorca y Guipúzcoa con la prolongación de la avenida de Segovia.
Allí, por un lado, se encuentran los restos de dos edificios colindantes, los de los números 7 y 9 de la avenida de Segovia (situados justo ante la salida peatonal del túnel de Labradores), de los que solo se conservan la parte baja de sus fachadas de ladrillo y que no están alineados con los bloques de viviendas colindantes. «Los tiraron hará cuatro o cinco años, al menos, y desde entonces vamos a incendio en el solar por año», suspiran los vecinos del entorno. Los restos de uno de estos fuegos, de hecho, aún son más que visibles en forma de marca negra en la medianera del inmueble de los números 11 y 13. Ocurrió el 7 de agosto de 2022.
El problema, explican los testigos, y también afectados, radica en las malas hierbas que crecen en el interior de un solar que espera desde años un proyecto de construcción de viviendas que por ahora carece de licencia. Eso y que los desaparecidos inmuebles ocupaban más de dos metros de acera de la avenida, lo que reduce a solo dos el paso peatonales entre los vestigios de sus fachadas y el murete de la boca del túnel peatonal.
Una promotora inició en un lejano 2006 los trámites de declaración de ruina del número 9 y solicitó en 2012 la licencia de demolición. Ya en 2020, una vez derribados los dos bloques (7 y 9), llegó a pedir licencia de ocupación del solar. Pero desde entonces, y con varios incendios de maleza en su interior de por medio, no ha entrado una máquina en la parcela.
Y por otro lado, del lado de la calle Guipúzcoa, al borde de la vía y la calle Santa Rita, sobrevive también a la piqueta una antigua nave que acogió en su día una fábrica textil y que lleva lustros abandonada. En su caso estrecha también de manera notable la unión entre esta vía y el final de la avenida de Segovia, hacia la parte recién urbanización que une los dos pasos peatonales (Labradores y Panaderos).
Los vecinos llevan años reclamando la demolición de esta nave de ladrillo y cemento, que fue tapiada por orden municipal hace nueve años después de que su interior, por entonces abierto de par en par, se convirtiera en una escombrera y en un foco de insalubridad. Fue el Ayuntamiento el que requirió su cerramiento. Y así, cerrada a cal y canto, y en muy mal estado, continúa este antiguo resto fabril adosado a la vía.
La presencia de esta nave impide, además, prolongar el carril bici habilitado en la pasarela peatonal entre los túneles, al borde también del lecho ferroviario, y abrir un corredor peatonal mucho más amplio entre la calle Guipúzcoa y el final de la avenida de Segovia hacia el subterráneo de Panaderos.
Los vecinos del entorno urgen, en este sentido, una solución al Ayuntamiento para eliminar estos dos, en efecto, «muertos» urbanísticos de Delicias.
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