Dos millones de euros para 'reconstruir' el cementerio de Las Contiendas

Para cualquiera que haya tenido el infortunio de acudir al cementerio municipal de Las Contiendas el paisaje del tanatorio le resultará familiar. Un largo pasillo abierto, aledaño a una zona ajardinada, se abre a la derecha de la entrada. En ese pasillo se ubican las seis salas en las que se despide a los finados. Es un lugar óptimo, con el buen tiempo, para tomar el aire en esos momentos de ambiente denso. Pero en invierno es menos aprovechable. Por eso ahora se va a acristalar todo ese pasillo, con lo que se creará «un gran vestíbulo previo a las salas de 541 metros cuadrados». Y ya que se toca ese espacio, se construirán dos salas más, de 50 metros cuadrados cada una. De hecho, ya se ampliaron las salas en el año 2010, con Javier León de la Riva en la Alcaldía. Hasta ese momento había cuatro y se pasó a disponer de seis por «la creciente demanda de este tipo de servicios», se explicaba. En aquel momento también se amplió el pasillo exterior que ahora se va a acristalar.

Cafetería, acceso y tanatorio forman en la actualidad un espacio disgregado sin conexión cubierta. Para unificarlo y permitir la circulación a resguardo por toda esa parte del recinto, se instalará una «gran cubierta» que incluirá la zona de la fuente que se encuentra en el acceso y conectará la cafetería con las salas. De un grupo de edificios separados a un espacio unificado de 3.109 metros cuadrados. Esa cubierta 'sobrevolará' la nueva zona acristalada y permitirá crear, al lado, un porche cubierto que llegará hasta otro espacio que se ha denominado Jardín del Recuerdo.

Este Jardín del Recuerdo es otra innovación en el actual cementerio de Las Contiendas. Tendrá una superficie de 4.000 metros cuadrados y se pretende que se puedan depositar allí las cenizas de los fallecidos. Un servicio que responde, explica el Ayuntamiento en una nota, «a la demanda creciente de este tipo de servicios». No todas las familias desean utilizar un columbario o llevarse las cenizas en una urna. Y la normativa recogida en el decreto de Política Sanitaria Mortuoria de Castilla y León impide esparcirlas en cualquier sitio. Establece que las cenizas deben colocarse en urnas con el nombre del fallecido y añade que «no se podrán depositar en vías o zonas públicas».

Es un ejemplo claro de que las reformas en un cementerio tienen algo de análisis sociológico. Porque responden a demandas sociales y se adaptan. En una ciudad como Valladolid, en la que se investiga aún el caso de los ataúdes, la rehabilitación de Las Contiendas incluye un retoque en la zona del crematorio. «Se pretende abordar una reforma interior del edificio del crematorio, se instalará una sala para que las familias puedan visualizar a través de un cristal la introducción del féretro en el horno», informan desde el Ayuntamiento.

Las obras se prolongarán durante 12 meses y el coste será de 2,15 millones de euros. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Valladolid concedió este martes la licencia de obras y eso hace que el inicio de los trabajos sea casi inmediato, dentro del próximo mes de agosto. El verano que viene debería estar a punto el nuevo espacio. «La zona central cercana a la fuente, en estos momentos vacía, en la que se inicia el recorrido al cementerio, pasa a ser el epicentro del tanatorio», explican, al colocar una marquesina que hará las veces de distribuidor. A la derecha, la zona de tanatorio y oficinas. A la izquierda, la cafetería.

Más toques sociológicos. La digitalización llega a los tanatorios. «Se instalarán en el exterior de cada sala pantallas personalizables de comunicación digital, con información audiovisual automática sobre la ceremonia y datos de momentos o recuerdos del difunto que los familiares quieran subir», explican.

La zona de oficinas también se rehabilita, igual que la propia cafetería, que se ampliará tanto por dentro como en lo que respecta a la terraza exterior.

El día 5 de agosto es la fecha límite para que la constructora encargada de la ampliación del cementerio entregue las obras. En el mes de abril, el Ayuntamiento confiaba en tenerlo todo listo para junio, y aunque no será así se explica que se encuentran ya con los «últimos remates» de la obra. Es la novena fase del cementerio, que se acordó en el anterior mandato, cuando el Consejo de Administración de Nevasa estaba bajo mando de María Sánchez (VTLP). Entonces se aprobó una inversión de 3,5 millones de euros para acometer la ampliación en 700 tumbas con distintas capacidades (600 para tres cuerpos; 30 para 4 y 10 para 5) y 480 columbarios. La obra comenzó en el año 2023 y afectaba a 13.000 metros cuadrados de terreno.

También se incluía la construcción de nuevos viales peatonales y de vehículos, aseos, ajardinamiento… Es el único cementerio municipal de la ciudad -se le suman El Carmen y Puente Duero- con capacidad de crecimiento.

«Va a permitir ampliar el número de boxes en dos más, vamos a hacer un cerramiento de todas las zonas de acceso a los distintos boxes y nos permitirá tener unas condiciones mejores ante las adversidades climatológicas. En resumen, una serie de actuaciones que se van a alargar en el tiempo durante un año y que van a permitir mejorar, modernizar, un servicio tan importante como el funerario», resumía Jesús Julio Carnero.