Marcha del 25-N en Valladolid

«El discurso que niega la violencia de género la refuerza, legitima y banaliza»

«Estamos más cuerdas que nunca, cortando las cuerdas machistas».

«Somos el grito de las que no están».

«Dile a tu hijo que no viole, no a tu hija que tenga cuidado».

«Lo contrario al feminismo es la ignorancia».

Cientos de personas participaron, desde las 19:00 horas, desde Fuente Dorada, en la manifestación que la Coordinadora de Mujeres ha organizado en Valladolid con motivo del 25-N, el día internacional contra la violencia hacia las mujeres. Y las voces en alto, las palabras escritas, recuerdan que «el discurso que niega la violencia de género la refuerza, legitima y banaliza».

Lo dijo, ya en la plaza de la Universidad, Maribel del Val, catedrática de Historia Medieval, encargada este año de ponerle voz al manifiesto final de la marcha. Y añadió que ese «mensaje negacionista» hace que las mujeres que la sufren «sientan vergüenza en denunciar a sus maltratadores, cuando el estigma y el señalamiento de vergüenza debería ser hacia el maltratado». Más todavía, continuó el comunicado, «cuando aumenta la violencia machista entre los jóvenes».

La marcha sirvió además para recordar que, en lo que va de año, 52 mujeres han sido asesinadas por sus parejas y exparejas. También, que dos de cada diez víctimas mortales «habían denunciado a su agresor e incluso había medidas de protección vigentes para cuatro de ellas. Y a pesar de ello, fueron asesinadas. Se siguen denegando medidas de protección en los juzgados», lamentan desde la Coordinadora de Mujeres, para subrayar que, junto a esta, hay otras violencias hacia la mujer.

La violencia vicaria, la sexual, la psicológica y obstétrica, la violencia por orientación sexual, la consolidada en el ciberacoso y la violencia institucional y política, «que está atacando a las mujeres muchas veces comandada por el vicepresidente de la Junta de Castilla y León». Fue uno de los dardos de la manifestación contra la «ultraderecha».

A continuación, hubo reclamaciones para que se preste atención jurídica, psicológica y social a las víctimas de violencia de género «sin restringirlo al ámbito de la pareja», o para que en las campañas públicas «el foco se ponga en los agresores como responsables de las agresiones y de los asesinatos y no culpabilicen a las mujeres».

Entre las participantes en la marcha estaban las integrantes de la Plataforma Abolicionista de Valladolid, quienes insistieron en que «el sistema patriarcal sigue creando nuevas formas de agresión (violencia vicaria, manadas, sumisión química...), al tiempo que se «intentan silenciar» otras, como «el sistema prostitucional (España es el primer país de Europa y el tercero del mundo en consumo de prostitución), la pornografía o la explotación reproductiva (los vientres de alquiler)».

También acudió el ministro de Fomento, Óscar Puente, quien alertó de que «los consensos que se daban por sentados hace años se están perdiendo» en la lucha contra la violencia hacia las mujeres. La Policía Nacional tuvo que acercarse hasta un portal de la calle Duque de la Victoria ya que un vecino profirió, asomado a la ventana, insultos contra el político y las manifestantes.

En las primera filas estaban las integrantes de la Asociación de Mujeres de La Rondilla, que portaban una pancarta con los mensajes que, por la mañana, los vecinos del barrio escribieron y colgaron en la calle Moradas con Cardenal Cisneros.

Además de esta marcha vespertina, el 25-N dejó otra manifestación, convocada por la mañana por el Bloque Crítico Feminista, con CNT, Marabunta y CGT representados en la pancarta que ha abierto la manifestación, donde se corearon lemas como «aquí están las transfeministas».

Cerca de 200 personas salieron a mediodía de Fuente Dorada para terminar en la avenida de Palencia, donde también incidieron en «otras violencias, como que la sociedad cuestione tu identidad y tu forma de expresarla, queriendo sacar de las luchas feministas a las compañeras trans y disidentes de género».