La dirección del Zambrana reorganiza a los internos para rebajar tensión en el centro

Días antes se registró un incidente violento que se suma a las agresiones denunciadas en las últimas semanas, cuando un vigilante que trataba de controlar a uno de los menores, que apenas hacía una semana que había ingresado en el centro, recibió un mordisco de este.

Este ha sido el último capítulo de una escalada de incidentes protagonizados por internos que los educadores han denunciado de manera reiterada a la dirección del centro y a Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, que es la Administración competente en materia de protección de la infancia, sin que hasta la fecha hayan obtenido respuesta.

Sin embargo, desde la dirección de la institución han comenzado a reaccionar a la inquietud de la plantilla, sobrepasada en los últimos tiempos por «una situación insostenible» de episodios de violencia de los que ellos mismos han sido blanco cuando han tratado de controlar comportamientos de algunos menores que, incluso, han repetido en las agresiones. Una primera medida que está siendo aplaudida por los educadores porque, a su juicio, «ayuda a rebajar la tensión de las últimas semanas» es que se ha vuelto a «reorganizar» a los internos por edades y no por el «régimen» que se les impone, es decir, que puedan salir o no al exterior.

La explicación a la violencia creciente de los últimos meses está, por un lado, en «un protocolo más laxo», pero también a que en el módulo de menores que tienen permitido salir al exterior «se juntaron de muy diversas edades, y no es lo mismo un chico de 15 años que uno de 21; los mayores vienen más resabiados de la calle, pero vienen a cumplir una medida y son conscientes de lo que han hecho pero, por otro lado, no aguantan el comportamiento infantil y ahí se producen fricciones«. »Volver a este reparto por edades«, subrayan, »es un buen comienzo«. En estos momentos son 17 los menores de diversas edades que tienen permiso para salir al exterior.

El aumento en el número de ingresos de estos últimos meses también ha influido en el aumento de las situaciones críticas. «Son chavales conflictivos, de lo contrario no estarían aquí por orden de un juez, pero si se entremezclan las diferentes edades es un polvorín». En este sentido, fuentes de la plantilla del centro regional de reforma señalan que desde las Navidades el número de menores que han ingresado por diversos delitos se ha duplicado, de manera que han pasado de una media de 25 a 50 internos, una cifra que «sigue subiendo». La razón obedece a que los jueces de menores, cuando los adolescentes cometen ilícitos menos graves, les suelen dar «un voto de confianza y la oportunidad de no entrar en el Zambrana si se comprometen a cumplir una serie de condiciones; si no las cumplen, entonces se decreta su ingreso».

Durante el año suelen registrarse estos «picos» de ingresos, mientras que la plantilla se mantiene y está compuesta por un total de 75 educadores que se reparten, con los consiguientes descansos, en 16 por cada turno los días de diario, mientras que los fines de semana (viernes, sábado y domingo) son 17. Atienden las cinco unidades en que se divide el centro: las de mayores de edad, chicas, terapéutica, la unidad de los más pequeños y la de los de edad intermedia hasta los 18 años).