Gonzalo Hernández de 33 años, paciente de cáncer testicular Rodrigo jiménez
Gonzalo Hernández, paciente de Valladolid

«Cuando me dijeron que tenía cáncer, lo primero que pensé es que me iba a morir»

Tras superar un tumor testicular, este joven de 33 años relata sus meses de lucha contra la enfermedad

Laura Negro

Valladolid

Jueves, 2 de febrero 2023

Dieciséis meses después de ser diagnosticado de un cáncer testicular y tras ser sometido a un duro tratamiento que incluyó quimioterapia y una operación, Gonzalo Hernández Vidal le sonríe a la vida y cuenta su testimonio de esperanza con el único fin de ayudar a ... otros en su misma situación.

Publicidad

Octubre de 2021 es un mes marcado en rojo en su calendario. Entonces tenía 31 años y todo le dio un vuelco al escuchar de su médico la palabra maldita: cáncer. Para él se trataba de una enfermedad casi, casi innombrable, ya que cuando tenía tan sólo 11 años, le arrebató a su padre. «En verano empecé a notar unas molestias en el pecho. Pensaba que se trataba de una alergia o una reacción a alguna crema o prenda. A priori no me detectaron nada, pero me hicieron unos análisis en los que vieron que tenía la prolactina alta». Así comienza a narrar su historia de superación y así comenzó un largo peregrinaje por las consultas de numerosos especialistas de la Seguridad Social. «Los marcadores tumorales daban muy altos y en octubre me detectaron un bulto en un testículo. Me hicieron una biopsia, una ecografía y un tac. Fue el oncólogo el que me dio la noticia», prosigue Gonzalo.

Noticia Relacionada

En shock. Así recibió el diagnóstico. «De ese día no me acuerdo de casi nada. Estaba acompañado de mi madre y de mi pareja y cuando me dijeron que tenía un cáncer en fase 2, lo primero que pensé es que me iba a morir y que no había disfrutado de la vida». Con esa idea en mente, se puso a buscar notarías para hacer testamento y «dejar todo arreglado». «Me extirparon el testículo afectado y tenía metástasis. Hasta que me di el primero de los cuatro ciclos de quimioterapia pasó un mes, que intenté disfrutar al máximo, porque no sabía el tiempo que me quedaba. Las perspectivas que yo tenía sobre la vida, habían cambiado de forma radical», recuerda.

¿Se me caerá el pelo? ¿Vomitaré? ¿Cómo reaccionará mi cuerpo? Esas eran sus grandes dudas ante la quimioterapia. «Mi padre tuvo cáncer gástrico y sabíamos lo que suponía ese proceso. Él acabó con las venas destrozadas de la quimio. A mí, me pusieron el catéter Picc y eso me hizo el trance más llevadero. Afortunadamente tras los cuatro ciclos que me pusieron, los resultados fueron muy buenos. Tienen que pasar 5 años en los que todo vaya bien, para que me den de alta en la enfermedad, pero por suerte, salvo un par de efectos secundarios, puedo seguir haciendo vida totalmente normal».

Publicidad

Gonzalo Hernández relata sus meses de lucha contra el cáncer rodrigo jiménez

El cáncer ha cambiado sus prioridades e ilusiones de forma radical. «Vives siempre con la espada de Damocles encima. Cada vez que vas a las revisiones estás con los nervios a flor de piel hasta que te dicen que está todo bien. Recuerdo que a la primera revisión tras la quimio, llegué temblando. Ahora veo la vida de otra manera. Antes siempre pensaba en el largo plazo. Ahora sólo pienso en disfrutar el momento actual y hacerlo con la gente a la que quiero», subraya.

Su familia, su pareja, sus amigos y sus compañeros de trabajo, han sido su mayor apoyo en este proceso. También los profesionales y voluntarios de la Asociación Española Contra el Cáncer han sido un pilar fundamental para él. «Acudí a la asociación porque estaba muy desubicado. Necesitaba que me ayudaran a procesar los sentimientos y emociones que me iban surgiendo. Sin ellos, hubiera sido mucho más difícil», confiesa.

Publicidad

Para Gonzalo, la mera palabra 'cáncer' le pesaba como una losa, hasta que poco a poco se fue reconciliando con ella. En su opinión la labor que muchos influencers y famosos desempeñan hablando de la enfermedad, es fundamental. «A todos nos asusta y no sabemos cómo enfrentarnos a ella. La palabra cáncer no debería ser tabú. Debemos aprender a naturalizarla. A nivel psicológico también ayuda mucho compartir la experiencia y eso, a su vez, servirá para que la sociedad vea la necesidad de invertir en investigación», añade.

Anima a aquellos jóvenes que estén pasando por un proceso similar al suyo, a que «busquen ayuda si la situación les sobrepasa». En su opinión, mantener una actitud positiva frente al cáncer y hablar de lo que a uno le ocurre, es la mejor terapia. «Cuanto más ocultes tus sentimientos y sensaciones, peor se va a pasar», opina este joven. «Aunque la situación sea difícil hay que verlo como algo pasajero, que tiene un principio y un fin. Dentro de las cosas malas que nos pasan, siempre hay algo bueno de lo que aprender», remata Gonzalo, quien sólo le pide al futuro, tranquilidad, poder estar con la gente a la que quiere y disfrutar de los pequeños detalles del día a día.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad