María Jesús Pérez, exvecina del 29 de Octubre
«El día que me marchaba de mi casa, la gente estaba cantando porque me iba»María Jesús Pérez, exvecina del 29 de Octubre
«El día que me marchaba de mi casa, la gente estaba cantando porque me iba»Hay mucha resignación en cada palabra que pronuncia María Jesús Pérez. Vecina de toda la vida del 29 de Octubre, hace escasos meses tuvo que abandonar su casa porque no podía más. Vivía en un bajo, ahora en alquiler, para mudarse hasta la calle Veinte ... Metros. Su lista de trastornos los enumera, desde una pachanga con su ventana como portería, hasta petardos en el interior. «Se ponían a jugar al fútbol desde las 11 de la noche hasta las 2 de la madrugada. Me tiraban piedras, me metían basura en el interior, petardos... y hasta me rompieron la ventana», continúa María Jesús Pérez.
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Y ante esa situación, como una de tantos, abandonó su barriada. «Ahora estoy más tranquila y más relajada, aunque me da mucha pena. Ya nadie me tira piedras. El día que me marchaba, la gente estaba cantando porque me iba», lamenta. Una situación que se acrecienta al recordar toda la inversión que hizo para reformar su casa. «Invertí cuatro millones de pesetas (24.000 euros) para realmente estar bien en mi casa. Era la casa de mis padres. Luego fue la mía, donde vivía con mi hermana que tiene una discapacidad. Ahora, ya no estoy allí», concluye María Jesús Pérez.
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